ANTES DEL FIN
La nostalgia roncaba en mi almohada
y el silencio hundía su gillette.
Los minutos de chicle se ahorcaban,
igual que almas suicidas.
Las heridas de un tiempo de rabia,
daban vueltas por la habitación,
y mis huesos pedían perdón
para librarse del mal,
para librarse del mal.
El espejo esquivaba mi cara
y mi sombra ardía en la pared.
En el medio del techo sangraba,
mi vida muerta en vida.
Los recuerdos sólo eran espadas,
enterradas en mi corazón,
y el olvido sólo era una voz
que me incitaba a saltar,
que me incitaba a saltar.
De nuevo el síndrome del balcón
y el final
del sueño que jamás empezó.
Una vez más,
mis penas lloran en el cajón.
Y en el placard,
cuelga el dolor después del dolor.
¿En qué esquina me espera mi infancia?
¿Y en qué patios juega mi niñez?
¿Por qué calles perdí la ilusión
que hoy no la puedo encontrar,
que hoy no la puedo encontrar?
Melodías que son como dagas,
fotos viejas que rasgan la piel.
El destino que siempre se ensaña.
Amores que terminan.
Historias que terminan.
Canciones que terminan.
EN LA CIUDAD
Cuando duerme el sol,
salgo a caminar,
mirando sin mirar.
Sin saber por qué,
voy tras de mis pies,
buscando algún lugar.
En la ciudad:
ciudad de buscavidas,
ciudad de cartón.
Por la ciudad herida, voy.
Ciudad de desahuciados,
la ciudad sin dios,
ciudad sin un mañana ni hoy.
Vuelvo otra vez,
con mi soledad
que no me dejará.
Busco un tentempié,
busco claridad,
busco alguna señal.
En la ciudad:
ciudad de mala muerte,
sin una ilusión.
Por la ciudad silente, voy.
Ciudad indiferente,
ciudad del dolor.
Por la ciudad ausente, voy.
Ciudad de cenicientas,
con un souvenir,
ciudad de cuerpos sin vestir.
Ciudad de pobres perros,
sin ningún hogar.
Ciudad de injusta crueldad.
Ciudad de letanías,
tango y desamor.
Por la ciudad dormida, voy.
Ciudad de buscavidas,
ciudad del bajón.
Por la ciudad en ruinas, voy.
POSTAL NOCTURNA
calles vacías, esquinas,
desierto de alquitrán.
puertas dormidas, vigilia,
silencio funeral.
El barrio sigue igual:
parece una postal
de un tiempo sin edad,
con sueños que jamás
pudieron despertar,
con vidas que el azar
no supo remendar.
Y ya no hay vuelta atrás:
las cosas no vienen y van.
Chillan las vías, teñidas
con mantos de humo y gras.
Melancolía, no insistas,
no te pienso escuchar.
Si el cielo brilla igual,
igual que una postal,
donde lo más banal
se vuelve elemental
y no hace falta más
porque sabemos ya
que si algún tren se va
otro pronto vendrá.
Sólo hay que saber esperar.
FELICIDAD
Puedo lograr que Abel mate a Caín
y Eva no muerda la manzana.
Puedo aplastar el monte Sinaí,
con tal de ser feliz.
Puedo arrastrarme igual que algún reptil
y encaramarme a la alborada.
Puedo cambiar el turbio porvenir,
con tal de ser feliz.
Ay, ya se irá,
Ay, ya se irá el dolor,
sé que este infierno,
no es eterno
y un día se irá.
Puedo bajar el cielo para asir
alguna estrella iluminada.
Puedo pasar un año sin dormir,
con tal de ser feliz.
Puedo trocar enero por abril
y el llanto por la carcajada.
Puedo apagar el fuego más febril,
con tal de ser feliz.
Ay, ya se irá,
Ay, ya se irá el dolor,
sé que este infierno,
no es eterno
y un día se irá.
FANTASMAS EN MI ALMOHADA
Algunas noches
los sueños me devuelven su mirada
sufrida.
sus manos frías,
sus huesos llenos de melancolía
y heridas.
Hoy volvió a aparecer
y fue tan real,
que al verlo lloré
de soledad.
Cómo duele saber
que al despertar,
su cuerpo otra vez
se irá.
En esos días,
mi alma que destila su agonía,
no olvida
que su sonrisa,
desde un sofá que huele a nicotina,
lastima.
Hoy volvió a aparecer
y fue tan real,
que al verlo lloré
de soledad.
Cómo duele saber
que al despertar,
su cuerpo otra vez
se irá.
EL TEMPORAL
Voy a pensar en no pensar,
voy a acordarme de olvidar,
de nuevo.
Voy a empezar a terminar,
voy a parar para apurar,
el tiempo.
Voy a acostarme y esperar
que salga el sol al despertar,
pero no escampa más,
parece eterno el temporal.
Voy a volverme sin marchar,
voy a mentir con la verdad,
sin miedo.
Voy a colgar en el placard
el desdichado verbo amar,
si puedo.
No quiero ser ese costal
que a todo el mundo le hace mal.
Me voy a otro lugar,
ya estoy cansado de cansar.
Si olvido, no puedo,
si puedo, no debo más,
si debo, no quiero
olvidar.
Voy a perder para ganar,
voy a rifar mi soledad,
de nuevo.
Voy a sentarme a ver el flash
y el metro que no llega más,
qué dura realidad,
aunque lo corra, el tren se va.
Si olvido, no puedo,
si puedo, no debo más,
si debo, no quiero
olvidar.
Vuelvo al barrio
Todo está como era entonces,
mi querido barrio amigo:
mi casa con sus faroles,
alumbrándome el camino.
Lo que dicen mis vecinos
ya otras veces me lo han dicho.
con ternura los gorriones
me susurran al oído.
Y hoy vuelvo al barrio,
después de tanto haber vivido,
después de tanto haber soñado,
con tus aromas, tus sonidos.
Y hoy vuelvo al barrio
que me ha forjado desde niño,
el que sembró mis ilusiones
y ha cultivado mis delirios.
Todo está y nada ha cambiado,
sólo yo estoy tan distinto,
ya no tengo el pelo largo
ni me asombro como un niño.
Tengo miedo de perderme,
tengo miedo que el destino
me haga abandonar mis sueños
justo antes de cumplirlos.
Y hoy vuelvo al barrio
del tinenti y la rayuela,
del frontón y la pelota,
de la tarde en bicicleta.
Y hoy vuelvo al barrio
con la ilusión de que algún día,
he de quedarme para siempre
en un umbral de sus esquinas.
LA ERA DIGITAL
Tecnología,
generación virtual,
patologías
en packaging normal.
En la era digital,
en esta nueva era digital,
los mudos hablan por celular,
en esta insólita era.
Frivología,
modelos para armar,
neuronas fritas,
colágeno mental.
En la era artificial,
en esta nueva era artificial,
todos se mojan por ser pop star
y hasta de cara quieren cambiar.
Y no hay, ya no hay nada
y no hay, ya no hay nada,
nada más.
Combo suicida,
diarrea cerebral,
narices tibias,
boberas de algispray.
En la era digital,
en esta nueva era digital,
los mudos hablan por celular,
y hasta los ciegos pueden mirar.
Y no hay, ya no hay nada
y no hay, ya no hay nada,
nada más.
QUÉ PENA
A veces pienso que vendrás
a rescatarme del ayer,
a perfumar mi soledad
con el aroma de tu piel,
pero tu sombra es tan fugaz
que casi ni la puedo ver.
Qué pena, qué pena, qué pena,
que todo vuela.
Qué pena, linda, qué pena,
qué pena, que ya no vuelvas
con el sol, cuando amanece,
ni en cada atardecer,
ni en cada atardecer.
A veces siento que el azar
no hace las cosas sin querer,
por eso trato de escapar
a bordo de mi última fe,
pero me vuelvo a tropezar
con lo que ya no puede ser.
Qué pena, qué pena, qué pena,
que todo vuela.
Qué pena, linda, qué pena,
qué pena, que ya no vuelvas
con el sol, cuando amanece,
ni en cada atardecer,
ni en cada atardecer.
ÁNIMO ANIMAL
Es otra historia más
de sueños que se acaban,
de risas por sangrar,
de llantos en la oscuridad,
de aromas que hacen mal
pero son imposibles de dejar.
No puede ser normal
esta manera de mirar,
de mirar.
No, no es fácil esquivar
al ánimo animal,
ese ánimo que sólo
mira el lado fatal.
Y en vez de continuar,
dan ganas de gritar:
“mejor paren el mundo
que me quiero bajar
de este infierno”.
Es otra historia más
con nudos que se agrandan,
con besos que se van
sin ni siquiera saludar,
con ganas de escapar
de este laberinto infernal
que gira en espiral
y nadie encuentra su final,
su final.
No, no es fácil esquivar
al ánimo animal,
ese ánimo que sólo
mira el lado fatal.
Y en vez de continuar,
dan ganas de gritar:
“mejor paren el mundo
que me quiero bajar
de este infierno”.
EL MENDIGO
Con el corazón nockeado
y el dolor sin afeitar,
con los huesos oxidados,
el mendigo va,
el mendigo va.
Persiguiendo sueños rancios,
desandando la ciudad,
triste como un perro flaco
que no ladra más,
que no ladra más.
Y así va el mendigo ,
así va el mendigo
convidando soledad.
Y así va..
Con el hígado estropeado
y una pena en el ojal,
arañando unos centavos
para no pensar,
para no pensar.
En los sábados cariados,
en las sombras que no están,
en los ecos de un pasado
que no volverá,
que no volverá.
Y así va el mendigo,
así va el mendigo,
masticando la verdad.
Y así va...
Por el bar de los fracasos,
donde el miedo mira mal
y la angustia es como un charco
que no seca más,
que no seca más.
Y así va el mendigo,
así va el mendigo,
derrochando soledad.
Y así va...
TRENES BLANCOS
Mientras el verdugo
prueba el gran manjar,
la feria del hambre
puerta a puerta va.
Bolsas en los barrios,
carros de metal.
Viaja en trenes blancos,
la desigualdad.
¿Dónde vas a ir
cuando explote la ciudad?
Lobos maquillados
hablan por TV,
vendiendo buzones
con deudas de ayer.
Se lavan las manos,
no quieren mirar
que ahora la miseria
duerme en cada umbral.
¿Dónde vas a ir
cuando explote la ciudad?
En esta epidemia
de nunca acabar,
siempre los de siempre
vuelven a enfermar.
Tiran de la cuerda,
tiran sin pensar
que un día un cordero
se va a rebelar.
¿Dónde vas a ir
cuando explote la ciudad?
DANA EN LOS RÍOS DE ALBANTA
Yo sé que allí, allí donde tu dices.../ las ciencias no son exactas
Porque es eterna la infancia / y el fin, no es el fin /
Porque el tiempo jamás lleva reloj en Albanta ( L.E.Aute)
Sin decir nada,
se fue antes de que llegue el alba.
Sin decir nada,
se fue por los ríos de Albanta.
Y en el Edén,
fue donde habita la libertad.
Sin decir nada,
se fue a la tierra de la infancia.
Sin decir nada,
se fue donde no sufre el alma.
Y en el Edén,
sacó boleto a la eternidad.
Dana se va
hacia la estrella que brilla más,
Dana se va
y duele tanto la soledad,
Dana se va
y nunca nada será igual
Dana se va,
se va.
se va.
Sin decir nada,
se llevó el sol en su mirada.
Sin decir nada,
dejó vacía nuestra casa.
Y desde el Edén,
estoy seguro, nos mirará.
Dana se va
hacia la estrella que brilla más,
Dana se va
y duele tanto la soledad,
Dana se va
y nunca nada será igual
Dana se va,
se va.
Todos los temas fueron compuestos por:
Letra: Fernando Varela y Música: Mauro Varela.
Salvo "Vuelvo al barrio" Letra y Música: Fernando Varela.
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