domingo, 1 de marzo de 2009

Introducción


Nando Varela Pagliaro

Empecé a entrevistar escritores como complemento de Otros mundos (Melopea, 2012), disco que hice junto a Hijos de Babel con canciones inspiradas en textos de narradores argentinos contemporáneos. En ese primer acercamiento mi idea era que tanto las canciones como las lecturas y las entrevistas con los autores sirvieran como señuelo para acercarse a la literatura. En un texto a modo prólogo que abría el disco decía: “mi deseo es que todo este material se convierta en un nuevo aporte a la tarea de fomentar la lectura”. Luego agregaba una cita de Mempo Giardinelli: “que una persona no lea es una estupidez, un crimen que pagará el resto de su vida. Pero cuando es un país el que no lee, ese crimen lo pagará con su historia”. Si bien las primeras entrevistas fueron hechas en video y pensadas para acompañar a las canciones, pronto descubrí que al volcarlas al papel, tenía entre manos otro proyecto y que no debía limitarse sólo a los autores incluidos en el disco. Fue así como la lista inicial de diez escritores pasó a ser de dieciséis y aunque como toda selección no deja de ser arbitraria, con el agregado de estos seis escritores intenté dejar de lado la tiranía del gusto personal para que el trabajo fuera un poco más representativo de las distintas miradas literarias.
Graciela Speranza en Primera Persona, un libro que de algún modo ha servido como modelo para este, dice que “el diálogo con un escritor implica una cuota de violencia. Supone restituir una voz distinta de la que ha elegido para hablar acerca del mundo, la literatura y, sin duda, acerca de sí mismo”. En esta serie de conversaciones con escritores hombres prologados por una mujer - la idea es luego hacer un volumen con escritoras y prólogo de un hombre- he intentado descubrir esa voz distinta y revelar, entre otras cosas, cómo trabajan; cuál es su relación con el pasado, con la infancia y con sus primeras pulsiones literarias; cuál creen que es su lugar en la sociedad; cómo es su relación con la literatura; qué mirada tienen de la dictadura como hecho narrable; cuánto influye la mirada de los otros, de la crítica y del público lector; cómo inciden los talleres de escritura, la universidad y el periodismo como oficio vecino de la literatura; cuál es la importancia de la imaginación y lo autobiográfico como partes elementales del proceso creativo; qué motivos encuentran para leer; cuál es el rol de la televisión, los medios y los suplementos culturales; qué utilidad tienen los premios literarios; cuál es el papel de los editores; cómo incorporan las nuevas tecnologías en su escritura y cuáles son sus límites.
Si con Otros mundos mi intención era fomentar la lectura, con Sólo se trata de escribir  tengo la secreta ambición de que algunos de estos diálogos sirvan para generar nuevas preguntas y nuevas conversaciones. Al fin de cuentas, la conversación es la expresión de nuestro modo de pensar.



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