Salida de emergencia

Por Fernando Varela

Mentirse, que mañana será el último día,
que el despertador ya no sonará a las cuatro cuarenta y dos,
que no será necesario planchar este traje de nuevo,
que si la tarjeta se dobla o no, apenas será un recuerdo.
Mentirse,
a viva voz,
a los gritos,
frente al espejo.
Mentirse,
cada vez más,
sin piedad,
sin compasión.
Mentirse que de una vez por todas,
los días no tendrán horarios,
que el lunes y el martes serán días distintos,
que el cartel de Salida de Emergencia
dejará de ser una pesadilla.
Mentirse,
de eso se trata,
de fabricarnos una mentira
para no pensar.