lunes, 30 de junio de 2014

Mis discos: Nicolás Martin



Por Nando Varela Pagliaro

“El artista independiente siempre tiene que doblar la apuesta, está motivado por otras cosas, y no puede no darle rienda suelta a esto: tiene que ir más allá de la música”, dijo Nicolás Martin a Oír Mortales. Para cumplir con su propósito, el ex guitarrista de Nuca editó El Nocturno, un ambicioso proyecto que combina trece canciones con el trabajo de veinte artistas de distintas disciplinas. El tono introspectivo propio de la soledad y de la noche se ve no sólo en la música, sino también en las ilustraciones y los diseños incluidos en el libro que acompaña a ese “objeto antes llamado disco”.
Producido por El Chávez y Juanito el Cantor, El Nocturno fue grabado en los estudios Ion y El Unísono, de Gustavo Cerati. “Fue una cosa mística, tiene mucho valor simbólico haberlo grabado ahí. Todo se mantiene tal cual estaba, como esperando que él vuelva en cualquier momento”, dijo Martin a Página 12.
Las melodías sutiles pero intensas, los refinados arreglos de cuerdas, y la voz cálida y potente de Nicolás Martin hacen de El Nocturno, su quinto trabajo solista, un disco orgánico y elegante, exponente del mejor pop-rock nacional de estos tiempos.

¿Cuál fue el primer disco que compraste?
Innuendo de Queen.

¿Cuál fue el último?

Bailar en la Cueva de Jorge Drexler.

¿Qué disco jamás prestarías?

Nadie me pide discos prestados, pero no prestaría Innuendo de Queen.

 ¿Cuál fue el disco que más veces prestaste o regalaste?

Regalé en tres oportunidades Exciter de Depeche Mode.

¿Hay algunos discos en tu discoteca de los que tengas vergüenza?

Me da un poco de Vergüenza tener Mad Love de Robi Draco Rosa.

¿En qué lugar ponés los discos que vos grabaste?

Sólo los tengo en la compu. Puede pasar que los cargue al MP3 y los escuche, pero es algo poco frecuente.

 ¿Cuál fue el primer disco que bajaste?

Into the Sun de Sean Lennon.

¿Cuál fue el último?

Bringing it all back home de Bob Dylan.

¿Cuál fue el disco que más veces recomendaste o linkeaste?

Los propios, sin dudas. En ocasiones me pongo un poco reiterativo.

¿Qué disco que antes escuchabas, ahora ya no escucharías?

Black álbum de Metállica. En este momento los integrantes de la banda me caen muy mal.

¿Escuchás tus discos en mp3?


Es el formato en el que más escucho mis discos.

Publicada en Revista Paco, junio 2014.

Una religión sin Dios



Por Nando Varela Pagliaro

El escritor chileno Alejandro Zambra acaba de publicar Mis documentos, una antología con once relatos sobre temas muy variados. Hay textos atravesados por la relación entre padres e hijos; el Chile de los años ochenta y el actual; la memoria y los recuerdos de la infancia; las dinámicas de pareja y la frustración; un tratamiento para dejar de fumar e interesantes reflexiones sobre la lectura.  “Los cigarros son los signos de puntuación de la vida. Ahora vivo sin puntuación, sin ritmo. Mi vida es un tonto poema de vanguardia”, escribe en Yo fumaba muy bien.  “El título del libro suena como a algo muy personal, pero esa carpeta está en los computadores de todo el mundo. Todos tenemos esa carpeta y esa ilusión de vida propia”, dice el autor de Bonsái.
Sobre su último libro, pero también sobre la clase media, la crítica literaria, los límites en la escritura y la posibilidad de transformarse en director de cine, hablamos en esta entrevista con uno de los narradores  más destacados de su generación.

Pedro Mairal cuando completa su tarjeta de embarque prefiere poner que es docente antes que poeta o escritor. Le parece que poniendo docente queda menos sospechoso. En tu caso varias veces declaraste que preferís pensarte como lector antes que como escritor, ¿por qué a muchos de tu generación les cuesta asumirse como escritores?

Yo creo que al decir eso Pedro Mairal demuestra algo que yo siempre he pensado de él: que en el fondo es chileno. Pero yo tengo un par de amigos que en la papeleta ponen poeta, por joder, o quizás porque afuera suena mejor poeta chileno que narrador chileno.

En Camilo, uno de los once relatos de Mis documentos, recurrís al fútbol como manera de relacionarse, como un lugar de encuentro entre padre e hijo, ¿pensás que la literatura puede llegar a ocupar ese lugar o eso es imposible?

Creo que la literatura es un lugar de encuentro. Siempre lo ha sido y siempre lo será. No sé si entre padres e hijos, aunque justamente Pedro Mairal (quiero seguir hablando de Mairal, quiero que toda esta entrevista sea sobre Pedro) publicó hace poco un libro con prólogo de su padre, qué lindo eso. Aunque no transmita algo así como un mensaje unívoco, o justamente por eso, la literatura sirve como lugar de encuentro y también de desencuentro. Quizás la literatura sirve para lidiar con una cierta incertidumbre que compartimos. Hacer presentes las ausencias.

“Nunca tuve, en todo caso, esos devaneos racionales sobre la existencia de Dios, porque después empecé a creer, de manera ingenua, intensa y absoluta en la literatura” escribís en un pasaje de Mis documentos. Juan Forn, en alguna entrevista dijo que para él la literatura es una religión politeísta, ¿estás de acuerdo con esa concepción de la literatura?

¡Qué buena definición! Estoy de acuerdo, sí creo que hay algo de religioso en la escritura, una religión sin Dios, o con muchos dioses, como dice Juan, ninguno de ellos omnipotente, ninguno de ellos tan autoritario. En mi caso fue así. Dejé de creer en Dios más o menos al mismo tiempo en que empecé a creer en la literatura.

Mucho de tus textos son autorreferenciales, en Yo fumaba muy bien son muy claras las alusiones a personajes del ambiente literario argentino, por ejemplo. ¿Te ponés algún límite a la hora de sentarte a escribir o todo y todos pueden ser incluidos dentro de un texto?

No me pongo límites, o más bien no pienso en esos límites, porque al escribir no estoy pensando tampoco en incluir esto o lo otro. Hay un momento, en la escritura,  en que ya perdiste todas las certezas que tenías antes de escribir. Me gusta eso. En general tomo una imagen o una situación e indago en ella. A veces me parece absurdo inventar, no le veo sentido. Además que siempre, de algún modo, aunque no queramos, inventamos.

Algunos de los cuentos de Mis documentos, en cierta forma constituyen un guiño a tus ficciones anteriores. Fabián Casas dice que él suele dar vuelta sobre los mismos temas y que son esos mismos temas los que luego se transforman en poesía, ensayo, cuento o novela. En tu caso, ¿el proceso de trabajo es similar o tu imaginación ocupa un lugar más relevante que los elementos de la realidad?

Yo no soy disciplinado como escritor: soy obsesivo. Escribo un rato todos los días, pero es una escritura de bocetos, que no entiendo de antemano como “literaria”, y lo que sucede con los libros es que de pronto ya no puedes pensar en nada más y entonces sí escribo varias horas al día, pero no por disciplina, digo: por obsesión. En un sentido pienso como Fabián, y también creo que en alguna medida cada libro nuevo nace como una respuesta al anterior. Es como si en lugar de corregirlo hubieras preferido escribir otro. De pronto son más visibles las continuidades, pero para mí son más importantes las fisuras del proyecto.

Desde hace algunos años llevas, según tus palabras “un diario de vida” en el que registrás lo que te va pasando. También dijiste que, si fueras presidente, obligarías a todo el mundo a llevar un diario y nunca publicarlo. ¿Qué le aporta a tu vida y a tu literatura ese registro cotidiano?

Básicamente no joder a los demás. No responsabilizar a los demás de lo que te pasa a ti. Y desahogarse, claro, que es el propósito primordial de un diario, al menos del mío. En todo caso, si supiera que voy a morir pronto, lo primero que haría sería quemar el diario, porque a veces hablo mal de gente que quiero y bien de gente que no quiero.

Durante un tiempo trabajaste como crítico literario para diferentes medios. En No leer están incluidas algunas de esas experiencias de lectura. Teniendo en cuenta que sabés muy bien lo que es estar a ambos lados del mostrador, ¿cuál es hoy tu relación con la crítica?
Buena, entiendo ambos lugares. Nunca hablo sobre las críticas de mis libros, no me interesa, no creo que tenga sentido. Nunca he pataleado en público por una reseña negativa ni agradecido una reseña positiva.

Alguna vez dijiste que tu generación en cierta medida está enferma de nostalgia ¿Por qué creés eso? ¿De qué se sienten culpables los escritores de tu generación?

No lo sé, no podría hablar por los demás. Creo que eso lo dije pensando en la moda de la nostalgia, que tiende a simplificarlo todo, a banalizar la experiencia, a volverla líquida.

“Pienso que nos encaminamos a un mundo de mierda donde todas las canciones las canta Diego Torres y todas las novelas las escribe Roberto Ampuero y en todas las películas actúa Robin Williams. Un mundo donde es mejor ni siquiera pensar en el postre porque lo único que hay e una fuente inmensa repleta de nauseabundo arroz con leche”, ¿Cuánto de ficción y cuánto de tu pensamiento hay en esta cita que forma parte de Yo fumaba muy bien?

En esta entrevista me has hablado de Pedro Mairal, de Juan Forn, de Fabián Casas: a todos ellos los quiero y respeto y admiro su trabajo. A los que mencionas en este enunciado, no. Debo reconocer, en todo caso, que a veces me pinto la cara, no de color esperanza, pero me la pinto.

En vida de familia, Bruno le deja a Martín una pila con libros para gente que no lee. Si vos tuvieras que hacer esa pila, ¿qué libros pondrías?
Martín piensa que la existencia de libros para gente que no lee es absurda. En esta pasada estoy con él. Yo tengo un amigo que siempre hace esa broma. Recomienda un libro y dice: te va a gustar mucho. Y cuando le preguntan si  a él le gustó, responde: no, lo encontré pésimo, pero a ti te va a gustar.

“La clase media es un problema si se quiere escribir literatura latinoamericana”, escribís en otro pasaje de Mis documentos ¿Qué importancia tiene el hecho de pertenecer a esa clase y querer ser escritor?

Eso lo piensa un personaje que está intentando escribir un relato que parezca latinoamericano, un escritor que piensa más en el público que en la literatura: un mal escritor. Yo no sé qué es la clase media, al menos en Chile los ricos y los pobres dicen que son de clase media, porque queda mejor. Me interesa esa indefinición, esa inestabilidad. Creo que un escritor siempre termina interrogando su propia clase, sobre todo en un país tan clasista como Chile. 

En alguna entrevista adelantaste que tenés pensado realizar una película a partir de tu relato Vida de familia, ¿Es un proyecto inmediato o todavía hay que esperar mucho para conocer al cineasta Alejandro Zambra?


Es más o menos inmediato. Ya escribí el guión y con dos amigos cineastas que admiro un montón queremos filmar este verano. No quiero hablar de eso todavía, pero estoy feliz, creo que de este experimento va a salir algo bueno.

Publicada en Revista Quid, junio 2014.

viernes, 27 de junio de 2014

Mis Discos: Las Diferencias



Por Nando Varela Pagliaro

El escritor polaco Witold Gombrowicz opinaba que era innecesario leer libros como el Quijote o la Divina Comedia; los clásicos según él se incorporan solos a nuestra cultura personal a través de otras lecturas menos espectaculares o tediosas. En la música, puede que suceda lo mismo y tal vez no sea imprescindible escuchar a esas bandas clásicas que uno supone que todo músico debería conocer. El grupo Las Diferencias es el ejemplo que viene a demostrar que la suposición es acertada. Al escuchar No termina más, el impactante debut discográfico del trío que conforman Andrés Robledo, Alejandro Navoa y Nicolás Heis, es inevitable no recordar a íconos del rock nacional como Pescado Rabioso, Color Humano o Manal. Sin embargo, los chicos de Las Diferencias afirman no haber escuchado a ninguna de estas tres bandas.”No las conocemos. Aguante el rock nacional, sabemos que tocamos gracias a esas bandas, pero la verdad es que no tenemos la menor idea. Hay cosas que nos terminaron gustando pero no salimos de ahí” dijo Robledo en una nota en Página/12.
Con apenas 22 años, el trío del Oeste, ingresó al estudio El Attic bajo la mirada atenta de Sergio CH (ex Natas). Allí, en sólo cuatro días, terminaron de darle forma a las diez canciones que integran No termina más (Oui Oui Records, 2013).
Para hablar de su sonido, nadie mejor que ellos mismos: “para ser pop somos muy duros, para ser stoners o metaleros somos demasiado blandos, para ser indies somos complicados y cuando tocamos con bandas de blues nos sentimos un poco desubicados”, dice Robledo en NaN a la hora de definir a Las Diferencias.En No termina más, los riffs hipnóticos y distorsionados, los sonidos salvajes y valvulares a lo Jack White o Led Zeppelin, los bajos machacantes y melodiosos, las baterías punzantes y enérgicas, los originales yeites bluseros y los pasajes instrumentales que generan una inquietante tensión se suman a la voz desgarrada de Robledo para dar como resultado un disco efectivo que, sin alejarse de lo vintage, a la vez suena fresco y con una fuerte identidad propia.
El Sábado 28 de junio a las 21 hs. Las Diferencias abre la fecha de Pez en EQ Rock (José C. Paz).
El invitado que responde la sexta entrega de “Mis discos” es Andrés Robledo, guitarra y voz de Las Diferencias.

¿Cuál fue el primer disco que compraste?

Apenas cumplí  once años salió Lenny, que es un disco de Lenny Kravitz de 2001. Tenía algo de dinero y padre me llevó a una disquería. No dudé ni un segundo en llevármelo.

¿Cuál fue el último?

Tempest de Bob Dylan. Es un disco de una persona con mucha experiencia. Lo poníamos en el auto para ir a tocar.

¿Qué disco jamás prestarías?

Los que heredé de familia. Igualmente es bastante difícil para mí prestar cualquier disco.

¿Cuál fue el disco que más veces prestaste o regalaste?

Nunca presté un disco más de una vez. Si me los prestan, trato de devolverlos lo más rápido que puedo.

¿Hay algunos discos en tu discoteca de los que tengas vergüenza?

Para nada, hay discos que quizás alguien que escuche a Las Diferencias se sorprendería pero ninguno me da vergüenza. No tengo vergüenza de las cosas que quiero.

¿En qué lugar ponés los discos que vos grabaste?

Donde están todos los discos, como si fuera uno más. En estos días, en Twitter, vi una foto de nuestro disco No termina más junto a algunos de Oasis, re loco!

¿Cuál fue el primer disco que bajaste?

No me acuerdo, seguramente habré bajado la discografía de los Rolling Stones.

¿Cuál fue el último?

Leave Home de Ramones

¿Cuál fue el disco que más veces recomendaste o linkeaste?

En su momento Desire de Bob Dylan.  Es más lo que me recomiendan que lo que yo puedo recomendar.

¿ Hay algunos discos en tu computadora de los que tengas vergüenza?

Hay discos que me generaron mucha expectativa y finalmente nos las cubrieron. Están en una carpeta de música todos juntos. A veces me llama la atención que todavía no los haya eliminado.

¿Qué discos que antes escuchabas, ahora ya no escucharías?

Creo que a mí no me funciona mucho lo de escuchar un disco en el pasado y dejarlo. No los dejo completamente, son puertas que se cierran pero sin llave. Hay discos que dejo de escuchar y al tiempo los retomo. Puntualmente hace semanas que estaba pensando en el primer disco de Dire Straits, a los 15 ó 16 ese disco me encantaba y ahora lo escuché hace semanas y la verdad no me emocionó ni un poco. Fui a Sultans of Swing derecho y lo saqué.

¿Escuchás tus discos en mp3?

Por supuesto, cuando nací el CD ya existía. Soy de la generación de Internet y toda la movida de la comunicación, así que todo eso es natural para mí. Me encantan los discos de vinilo y esa época me emociona, pero soy consciente de que estamos en el 2014 y que el mp3 es fácil, rápido y me parece perfecto. Después de todo me importa el mensaje de la canción y la emoción de la música.

Publicada en Revista Paco, junio 2014.




martes, 24 de junio de 2014

Mis Discos: Banda de turistas



Por Nando Varela Pagliaro

Componer un hit no es nada sencillo, de hecho son muchísimos más los grupos que nunca consiguen crear uno, que los que sí lo logran. El hit, al menos dentro del rock, suele tener mala prensa y casi siempre se lo asocia con la música comercial, entendiendo que bajo esta categoría, sólo se pueden encontrar obras menores y por ende, sin calidad ni contenido. Sin embargo, la historia de la música está llena de grandes canciones que se han convertido en hits. Si hiciera un listado, sería tan extenso como inexacto.
Dentro del rock nacional, quizás el último hit le pertenezca a Banda de Turistas. “Química”, su canción adictiva que suena desde el verano en todas las radios y programas de televisión, está incluida en Lo que más querés, cuarto disco del quinteto de pop psicodélico (quinto, si se considera el EP Cóctel de instantáneo, de 2007). Bajo la conducción de Tuta Torres y Juanchi Baleirón, líder de Los Pericos y reconocido productor discográfico, Bruno Albano, Tomás Putruele, Luis Balcarce, Patricio Troncoso y Guido Colzani lograron editar diez canciones que son una síntesis perfecta de sus ambiciones sonoras. “Es uno de los mejores discos que hicimos", anticipó Bruno Albano en Télam.
Lo que más querés no se agota en “Química”, sino que es un álbum con diferentes matices. Al igual que en sus trabajos anteriores, no faltan las canciones más “Beatlescas”, más “Lennonianas” como “Dejarte ir”, tal vez la más hermosa del disco, ni aquellas más “sónicas” como  “Estoy bien mal” “Porque será” y “Delivery de milagros”. Sobre esta última están realizando su próximo video en el que participarán Anderson Ballesteros (actor colombiano que interpreta a “El Chili” en la serie El patrón del mal) y Adrián Dárgelos, uno de los principales referentes musicales del grupo.
El 11 de julio piensan presentar Lo que más querés en La Trastienda.
El invitado que responde nuestra quinta entrega de “Mis discos” es Guido Colzani, baterista de Banda de Turistas.

¿Cuál fue el primer disco que compraste?

No olvidaré muy fácilmente ese momento. Lo compré en el local más grande que había de Musimundo, creo que todavía existe, en Corrientes y Callao. No sé si lo recuerdan, pero los discos venían con un holograma muy bien diseñado, un mundo 3D. Bueno en fin, ese día compre mis primeros dos discos, los cuales todavía conservo, uno fue: Mi vida loca de Los Auténticos Decadentes  y el otro Chaco de los Illya Kuriaki & the Valderramas.

¿Cuál fue el último?

Quiero pensar que no hay discriminación de formatos, ya que los últimos que compré fueron en vinilo, que bueno que se puso de "moda" o se volvió a confiar en este formato. El ultimo que compré fue: I´ve got my own álbum to do, el primer disco solista de Ron Wood, lo recomiendo cien por ciento, gran disco.

¿Qué disco jamás prestarías?

Hay una teoría que explica que los discos no se prestan, pero para mí es inaplicable. La música es algo que tiene que estar en constante movimiento, no sirve con tenerla acomodada a la perfección, sólo por estar acomodada, cuando alguien mirando tus discos te pregunta, ¿y este disco qué onda? automáticamente respondo, lleválo, escuchálo.  Soy de prestar discos, pero respeto a quienes no les gusta, cada uno con su mambo, ¿no?

 ¿Cuál fue el disco que más veces prestaste o regalaste?

Esta fue la pregunta que más me costó responder, ya que busqué por los laberintos de mi cerebro algún recuerdo que me ayude a contestarte y por suerte logré divisar uno. El disco que pasó por más manos fue un disco de Patricio, tecladista de la banda, que se debe estar enterando con estas palabras de lo sucedido. Era el The Three EP´s, de The Beta Band, creo que sonó en varios dormitorios, en los de BDT, segurísimo.

¿Hay algunos discos en tu discoteca de los que tengas vergüenza?

Creo que ninguno, ya que soy un sinvergüenza. Hay de todo en casa, desde el disco del Oso Arturo, que venía en un paquete de comida congelada, hasta discografía de Gian Franco Pagliaro, pasando por Beatles, Miguel Mateos, Eiffel 65 a Jorge Cafrune. Casi siempre discuto que la música no se categoriza por buena o mala, la categoría que aplico es “Me gusta o No me gusta”, algo más moderno como Facebook, si te gusta la escuchás y si no, no.

¿Qué disco que antes escuchabas, ahora ya no escucharías?

No hay lugar a dudas que el que no escucharía de nuevo, porque lo escuche demasiadas veces, es el primer disco de los Backstreet Boys. Cómo manipularon la mente de muchos niños por esos años, qué triste. Ojo, suena bien, alta producción, pero no sé si me siento a escucharlo de pe a pa.

¿En qué lugar ponés los discos que vos grabaste?

En la caja del orgullo. Es una caja donde guardo todos los bienes materiales que se produjeron hasta ahora, suele reírse el resto de la banda, pero como buen "tano melancólico" me gustan los recuerdos, pero no me gusta mostrarlos constantemente. Quiero llegar a viejo y sentarme en un sillón, al lado de una ventana y ver cada una de las cosas y recordar. Ya fue la de querer morirse joven.

  ¿Cuál fue el primer disco que bajaste?

Napster!!! No tenia Internet en mi casa, era muy costoso al comienzo y mi vieja estaba en contra de eso, así que juntaba unas monedas y me iba al ciber, que abundaban. Me quedaba unas buenas horas, me armaba un compilado de temas que quería escuchar, sino le pedía a los que tenían Internet en su casa, si podían hacerme un favor, les daba un disco virgen y ellos me lo copiaban. El primero que obtuve fue un disco "pirata" de grabaciones en estudio de los Beatles, valga la redundancia.

 ¿Cuál fue el último?

Snapshot de The Strypes, es una banda irlandesa de pibes, que creo son más chicos que nosotros, pero arrancaron en el 2008 como nosotros. Beatles Punk, buena actitud, muy buenos músicos, una nueva Revolución, me gustaron mucho, si quieren indagar, lo recomiendo altamente.

¿Cuál fue el disco que más veces recomendaste o linkeaste?

Creo que el primer disco de Sombrero, una banda Argentina conformada por Ex Furies, y varios integrantes de bandas como Cristos, Álamos y Banda de Turistas, con tintes folclóricos y western. Muy buena, muy lindo disco, sumado a este, el disco 2 de Mac Demarco.

¿Escuchás tus discos en mp3?

Sí claro, en plataformas cibernéticas o los copio a la computadora. De hecho hacemos un master para mp3. Llegué a hablar con el masterizador del nuevo disco nuestro Lo que más queré, para ver si es que existe la posibilidad de armar masters para que suenen bien por los parlantes de los celulares, los nuevos soundsystems.

Publicada en Revista Paco, junio de 2014.


jueves, 19 de junio de 2014

Mis Discos: Eruca Sativa



Por Nando Varela Pagliaro

Desde que Eruca Sativa irrumpió en la escena nacional, su carrera tuvo un crecimiento casi meteórico. En menos de siete años, invadieron los escenarios del país, hicieron más de 300 shows por muchísimas ciudades, participaron en varias ediciones de festivales como Cosquín Rock y Personal Fest, giraron por Colombia y México, grabaron con artistas como Fito Páez y David Lebón, crearon su propio sello discográfico, fueron nominados a premios tan prestigiosos como los Gardel y los Grammy Latinos y lo más importante: obtuvieron el reconocimiento por parte de un público cada vez más numeroso. En medio de todos estos logros, el trío que conforman Lula Bertoldi, Brenda Martin y Gabriel Pedernera, decidió dejar su Córdoba Capital e instalarse en Buenos Aires. “La banda empezó a requerir más tiempo allá, había más shows, más notas, más cosas para hacer. Lamentablemente en nuestro país, Buenos Aires es un lugar desde donde se proyectan  los medios o los teloneos internacionales”, dice Lula.
Así como Lisandro Aristimuño lleva adelante sus compilados mensuales M.S.F.L (Música sin fines de lucro), Eruca Sativa también tiene un espacio en su Facebook  en el que recomiendan a bandas emergentes. Lo llamaron #ErucaEscucha. Desde allí, semanalmente comparten el material de otros músicos no tan conocidos.  Los tres creen que "hay grupos tremendos en el under argentino”. Es sólo cuestión de abrir los oídos e incorporar música nueva.
En materia de discos, Eruca lleva editados La Carne (2008), Es (2010) y Blanco (2012). Este último fue elegido el Disco Nacional del Año por la revista Rolling Stone. “Somos medio kamikazes: ponemos la fecha de grabación y después empezamos a componer. Nos encerramos dos o tres meses y nos ponemos a escribir, hacemos catarsis en la sala y vomitamos lindas melodías”, dijo Lula en una nota para la revista que los premió.
Según adelantaron, el sucesor de Blanco va a ser un DVD y ya tiene nombre, fecha y lugar de grabación: Huellas digitales, 1° de agosto, Teatro Ópera.
La invitada que responde nuestra tercera entrega de “Mis discos” es Lula Bertoldi, voz y guitarra de Eruca Sativa.

¿Cuál fue el primer disco que compraste?

El primer disco que recuerdo haber "comprado" (así bien literalmente, porque no fue el primero de mi propiedad, sino que fui a un local a comprar) fue Alta Suciedad  de Andrés Calamaro, que acababa de salir. Yo estaba entrando en mi adolescencia y "Flaca" sonaba en todos lados.

  ¿Cuál fue el último?

El último disco que fui a un local a comprar fue un especial en vivo en la BBC de The Beatles, tremendo. De todas formas no era para mí, sino para el cumple de mi gran amigo Gabi Pedernera.

¿Qué disco jamás prestarías?

Tengo un tema poco posesivo con los discos. Me gusta que viajen, que vayan y que vuelvan, que me los devuelvan  dos años después y decir "uuuh qué buen disco, cierto que me encantaba", y ponerlo y sentir que el tiempo cambió a la música y la música me cambió a mí y ese disco suena distinto y me dice cosas distintas a las que me dijo dos años atrás.

 ¿Cuál fue el disco que más veces prestaste o regalaste?

Pocas veces compré un disco varias veces para regalar, pero lo he hecho por ejemplo con El Mar de las Almas de Carajo. Lo compré dos veces y las dos veces fue para obsequiárselo a alguien. Cuando salió me pareció una reivindicación del sonido nacional que suena a internacional, me daba orgullo, no sé por qué. Así que me gustaba regalarlo.

¿Hay algunos discos en tu discoteca de los que tengas vergüenza?

Ninguno, cada disco cuenta una historia, un momento de mi vida. No tengo vergüenza de la música que escuchaba hace años y retomo a los veintinueve.

 ¿Qué disco que antes escuchabas, ahora ya no escucharías?

Posiblemente los discos de Disney que tenía a los seis.

¿En qué lugar ponés los discos que vos grabaste?

Tienen su lugar especial en la repisa de discos, están separados.

 ¿Cuál fue el primer disco que bajaste?

Creo que fue en Napster y era alguno de Metállica.

¿Cuál fue el último?

Justo anoche me bajé la discografía de John Butler Trío y un disco de Bon Iver.

¿Cuál fue el disco que más veces recomendaste o linkeaste?

Puede ser el disco de Them Crooked Vultures, para colmo es difícil de conseguir.

¿Escuchás tus discos en mp3?

Sí, me bajo todo al Ipod para que me acompañe en todos lados.

Publicada en Revista Paco, 19 de junio 2014.


miércoles, 18 de junio de 2014

Mis discos : Heladeros del Tiempo


Por Nando Varela Pagliaro

Heladeros del tiempo es uno de los grupos con más proyección dentro del rock nacional. A base de carisma, buenas canciones e ideas originales, el quinteto que comanda Frankie Langdon se va consolidando como una de las propuestas más interesantes de la escena local.
El ex cantante de Don Adams arrancó a trabajar en sus nuevas canciones con la ayuda y la producción de Bambi y Chano de Tan Biónica. Fueron ellos los que le recomendaron a Juani de Abreu (Bajo) y a Maxi Lázbal (batería).  Luego se sumaron Dante Violanti y He Man Garrido en guitarras para terminar de darle forma al actual quinteto. Si hiciéramos un resumen de sus cuatro e intensos años de trayectoria, podríamos decir que durante el 2010 recorrieron la costa argentina fuera de temporada. Para ellos era fundamental conocer el mar en invierno porque Espuma Libertad, su primer disco, es un retrato de ese frío y esa soledad que caracteriza a muchas ciudades balnearias cuando el sol y los turistas se alejan de sus playas. Al año siguiente se animaron a transitar el under de Buenos Aires, pero muy pronto llegaron los escenarios más grandes. “Allí hemos tratado de mantener siempre la calidez de nuestros primeros shows, cuando había quince personas y las licuadoras de los bares se escuchaban más fuerte que la batería”, cuenta Frankie.
Con gorros de lana rojos y remeras o camperas deportivas que no se fabrican desde hace años,  los Heladeros impactan primero desde lo visual. En cuanto a la música, su rock se centra en la canción popular de tres minutos y medio y sus letras son propias de una tripulación de jóvenes post-Jacques Cousteau, que le cantan al amor, al dolor, y a una infancia feliz que los sigue de cerca.
Si la originalidad en Espuma libertad radicaba en las canciones,  en el arte gráfico y en su forma de distribución -los propios integrantes  llevaban el disco a bordo de un camión de helados hasta la puerta de la casa de los primeros en encargarlo-, ahora en Mundial, disco que acaban de presentar en el ND Teatro, lo original tiene que ver con que el concepto se apoya sólo en la temática futbolera.  Mundial, como dice Langdon, “es un disco de fútbol” con once canciones y once invitados: una selección.
Rubén Rada, Cucho Parisi, Pipo Cipolatti, Palo Pandolfo, Marcelo Moura, Iván Noble, Leo García, Edu Schmidt, Manuel Moretti , Dread Mar I y Carla Ritrovato (su mánager)  suman sus voces para cantarle a la victoria, la derrota y al empate; a los arqueros, a los nueves de área sin gol y al Diego que le cortaron las piernas en el Mundial del 94. “Corten clavos / vamos a un corte/ que la Corte me castigó / Corten todo por lo sano / tengo corta la ilusión / Corto el aire con tijeras/corten mi respiración /pero nunca más le corten las piernas a Dios”, canta Langdon junto a Iván Noble en el anteúltimo tema del disco.
Para los que se quejan de la canción del Mundial de Brasil y siguen añorando la de Italia 90 y hasta el “Waka Waka” de Shakira, el disco de Heladeros del Tiempo es una buena banda de sonido para musicalizar estos días en que el mundo gira alrededor de una pelota de fútbol.

¿Cuál fue el primer disco que compraste?

Mi primer disco fue Vasos y besos (1983), de Los Abuelos de la Nada. Y cuando salieron los CDs, el primero que compré (y de los pocos de rock argentino que había en catálogo a fines de los años 80s) fue Signos, de Soda Stereo. Y eso que todavía no tenía reproductor de CD en mi casa.

¿Cuál fue el último?

Una caja con todos los discos de la E.L.O. reeditados. Últimamente he comprado muchas cajas, pero no con rarezas, sino con colecciones completas. Me interesa el álbum como obra conceptual y terminada. Muchas veces las reediciones se llenan de demos y cosas que en lugar de enriquecer la edición, la desnudan. Sí me gusta, en cambio, que incluyan fotos, textos, notas de los autores, comentarios de los técnicos, de los productores, etc.

¿Qué disco jamás prestarías?

Miguel Abuelo et Nada (1975). Tengo una edición en CD dificilísima, así que prestarlo sería imprudente.

¿Cuál fue el disco que más veces prestaste o regalaste?

 Las increíbles aventuras de Juan Antonio Canta, quien alguna vez fue cantante de la banda española Pabellón Psiquiátrico. Es el único disco solista que grabó antes de su muerte en 1996, y es uno de mis favoritos de todos los tiempos. Fue publicado por Virgin, y aún así, es muy difícil de conseguir. Yo tengo dos copias por las dudas. Hace poco conseguí diez ejemplares y los regalé todos (menos los dos que tengo encanutados, claro).

¿Hay algunos discos en tu discoteca de los que tengas vergüenza?

Por supuesto. No voy a dar detalles.

¿Qué disco que antes escuchabas, ahora ya no escucharías?

No escucharía discos de grunge. Antes me ecnataban y hoy me aturden. No podría volver a poner Green River o Mudhoney, por ejemplo. Sí, tal vez, algo de Screaming Trees, o el formato acústico de Alice in Chains... Pero prefiero escuchar música de hace treinta o cuarenta años. Me hace mejor.

¿En qué lugar ponés los discos que vos grabaste?

 Entre los discos de rock argentino.

¿Cuál fue el primer disco que bajaste?

Compré un sólo disco en formato digital en mi vida, ya que me cansé de buscarlo en CD y nunca salió. Es un compilado de Fred Bongusto llamado A qualcuno piace, que incluye sólo sus canciones de finales de los 70 a mediados de los 80. Y es un espanto, lo admito, pero me transporta a los veranos de aquellos años, viajando en el auto de mi padre. Recomiendo la canción "Vivi la tua música". ¡Bellísima!

¿Cuál fue el disco que más veces recomendaste o linkeaste?

Tapestry de Carole King y Blue de Joni Mitchell, ambos de 1971. También suelo recomendar la edición importada de The Best of New Order, porque trae un tema inédito (y no incluido en la versión nacional) llamado "Let's go (nothing for me)".

¿Escuchás tus discos en mp3?

No, jamás. Vieja escuela.

Publicada en Revista Paco, 17 de junio 2014


lunes, 16 de junio de 2014

Mis Discos: Antonio Birabent


Por Nando Varela Pagliaro

“Polifacético me parece una palabra muy grande, se refiere a un tipo que puede arreglar un motor y componer una canción, y yo no tengo un rango tan amplio”, dijo alguna vez Antonio Birabent. Desde que volvió de España, luego de un exilio familiar de once años, Birabent fue plomo, mánager y guitarrista de su padre Moris, periodista de música en El Cronista Comercial, conductor de programas de rock, actor de cine y televisión y por supuesto, cantautor. A la fecha lleva editados quince discos. Sin embargo, cada vez que piensa en hacer uno nuevo, siente que es el primero que hace. En este recorrido que comenzó con Todo este tiempo (1993), atravesó contextos absolutamente dispares: grabó discos con producciones y mezclas costosísimas en varios países; otros, casi sin presupuesto, fueron armados desde el living de su casa.
Para Lápiz, papel y guitarra, su último trabajo, la manera que encontró de llevar adelante su edición fue mediante el sistema conocido como crowdfunding o financiamiento comunitario, que consiste en pedir una colaboración por adelantado a aquellas personas interesadas en escuchar y ser cómplices de su música. En 1997, cuando hizo Azar, entendió que tenía que tener un camino propio para comunicar sus canciones porque él iba mucho más rápido que la industria discográfica. “Desde entonces estoy atrás no sólo de las canciones y de cantarlas sino de casi todo lo demás. La autogestión tiene, como todo, grandes ventajas y desventajas”, dice Antonio Birabent.

¿Cuál fue el primer disco que compraste?

Uffff, qué difícil, creo que Breakfast in América de Supertramp.

¿Cuál fue el último?

 La última vez que compré un disco estábamos todavía en el siglo XX, con eso te digo todo. Podría inventar, pero me parece más justo decirte que no me acuerdo. En un momento dejé de coleccionar discos y empecé a usar el dinero para otros fines.

 ¿Qué disco jamás prestarías?

No tengo ese fetichismo. Prefiero pensar que la persona a la cual se lo preste, lo va a disfrutar. Una vez con una chica intercambiamos: yo le di Moon Safari, el primero de Air, y ella uno de Milton Nascimento que se llama Travessia. Los dos salimos ganando y jamás nos los reclamamos. Ella tiene aún el mío y yo el de ella.

¿Cuál fue el disco que más veces prestaste o regalaste?

El que más regalé, sin duda habrá sido uno mío....obviamente. Nos pasa a todos los músicos. Tal vez Azar o Demoliciones. El que más presté fue una recopilación de Yupanqui que editó Página 12. Ya no lo tengo....

¿Hay algunos discos en tu discoteca de los que tengas vergüenza?

 Fueron todos tirados oportunamente. No hay pruebas. Aunque es probable que en alguna caja.....

 ¿Qué disco que antes escuchabas, ahora ya no escucharías?

 Alguno de Sabina. Lo escuché mucho y hoy no me darían ganas. Pero no reniego. Fue un momento. Uno cambia. Tiene canciones que fueron parte de mi vida.

¿En qué lugar ponés los discos que vos grabaste?

 Están muy desordenados. De hecho acabo de armar un Bandcamp con mis quince discos y me costó encontrarlos.  Cardinal lo tuvimos que comprar en Mercado Libre.

  ¿Bajás discos de Internet?

 Nunca en mi vida me tomé el trabajo de bajar un disco. Los escucho, me los mandan mis amigos, pero no bajo discos. Esto no quiere decir que en el futuro no lo haga. Lo que me sucede es que no necesito “tenerlos”. Escucharlos me alcanza.

 ¿Cuál fue el disco que más veces recomendaste o linkeaste?

Cualquiera de Troilo o de Salgán.

¿Escuchás tus discos en mp3?

Claro. No soy un fundamentalista. Me gusta la música, no la pureza del sonido

Publicada en Revista Paco, 16 de junio 2014.

jueves, 5 de junio de 2014

Mis discos: Rodrigo Manigot


Por Nando Varela Pagliaro

Rodrigo “Rulo” Manigot es cantante y letrista de Ella es tan cargosa, una de las bandas referentes del género rock-canción junto a Tipitos y Estelares. Extraño fenómeno del marketing, los temas de “La Cargosa” son mucho más conocidos que ellos mismos.  Ni siquiera entre tus brazos, Llueve o Autorretrato, por nombrar algunos, ya forman parte de esos hits que conoce todo el mundo.  “La gente escucha las canciones en la radio y cuando nos ve en el escenario recién caen en cuenta de que éramos nosotros”, dice Manigot.
Con más de catorce años de trayectoria e inocultables influencias beatleras, el grupo de Castelar acaba de editar Polos, su cuarto disco de estudio. Saldrá en dos formatos distintos: un polo "eléctrico", el disco físico tradicional y un polo “acústico”, al que se podrá acceder en forma virtual. En esta primera entrega, hablamos de discos con Rodrigo Manigot.

¿Cuál fue el primer disco que compraste?

El primer álbum que compré fue Espíritus que han partido, de los Bee Gees. Aunque mi memoria ya no es tan fiable y puede que me haya comprado en verdad un compilado de hits radiales de los '70 que se llamaba Stock privado. Por ahí anda la cosa.

¿Cuál fue el último?

El último CD que compré fue Morning phase, de Beck. Igual, comprar es un decir. Me gustó tanto, que quise que lo escuchara mi hermano Mariano. Y a él le gustó tanto que se lo quedó.

¿Qué disco jamás prestarías?

Los discos y los libros nunca se prestan. Cada vez que presté un libro o un CD supe que lo perdía para siempre. Me pasó a mitad de los ´90 con Into the great wide open, de Tom Petty, que se lo presté a Beto Olguín de Los Pérez García; supe que nunca más volvería a escuchar ese CD en casa. La persona que toma un disco o un libro prestado ya sabe desde el vamos que va a establecer con ese objeto un vínculo especial, y que ese vínculo especial es el que va a justificar en el futuro la no devolución. No tengo acciones de YPF, ni euros, ni varias propiedades, ni autos; sólo tengo discos y libros. Es, tal vez , mi única riqueza. Lo único que tengo ordenado por autor y por año de aparición. Ver una mano ajena inmiscuirse en esos territorios me genera un fuerte temblor interno, lo confieso. Eso sí, nobleza obliga: me he cansado de tomar libros y discos prestados.

¿Cuál fue el disco que más veces prestaste o regalaste?

Los discos y libros que más nos gustan son los que después terminamos regalando a nuestros amigos. Regalar puede parecer un gesto de generosidad, pero también me parece una forma elegante de egocentrismo. Cada vez que escuches o leas ese objeto estará uno agitando los brazos, diciendo: ¡ey, acá estoy yo! Como dice la canción perfecta de Silvio Rodríguez: “donde vayas que saltes o que gires, habrá un segundo mío, para que lo suspires”. Igual es hermoso recibir regalos y, como buen egocéntrico, me encanta regalar. Últimamente regalé mucho Suck it and see de los Arctic Monkeys. Y también regalé bastante los libros de la Premio Nobel canadiense, Alice Munro, preciosos.

¿En qué lugar ponés los discos que vos grabaste?

En el lado de los de rock nacional, por supuesto.

 ¿Cuál fue el primer disco que bajaste?

Debe haber sido de Jorge Drexler, seguro. Porque era el 2001, no tenía un mango, tenía una buena conexión a Internet, y eso. Pero no suelo bajar discos.

¿Cuál fue el último?

Sinceramente, no recuerdo cuál fue el último.

¿Cuál fue el disco que más veces recomendaste o linkeaste?

Recomiendo muchos discos de artistas locales que están surgiendo. Los discos de Coiffeur me cansé de recomendarlos. Los de Florencia Ruiz. Me encanta Tiempos difíciles, de Pepe Curioni y sus Particulares. O los discos de bandas que me gustan como Los Estelares, Tipitos, o los de Gonzalo Aloras.

¿Hay algunos discos en tu computadora de los que tengas vergüenza?

La verdad que no tengo discos que me avergüencen en mi PC.

¿Escuchás tus discos en mp3?
Apenas salen mis discos me los cargo en el celu o en el I-Pod. Después de un tiempo, me olvido y ya dejo de oírlos y me concentro en los mp3 de los demos de las nuevas canciones.

Publicada en Revista Paco, 5 de junio 2014.