martes, 28 de diciembre de 2010

viernes, 17 de diciembre de 2010

lunes, 13 de diciembre de 2010

Banana Split


Desde hace mucho tiempo tengo la costumbre
de andar buscando segundas lecturas
en cosas que quizás no la tienen.
Gran parte del día la pierdo leyendo
gestos, miradas y palabras
que puedan despertar a la "máquina de pensar en Gladys",
de la que hablaba Mario Levrero.
Dice mi hermano
que en nuestra casa por tradición familiar
"todos somos psicólogos hasta que se demuestre lo contrario".
Todos opinamos de todo y todos sabemos de todo.
Pero de lo que más sabemos, sin dudas,
es de lo que los otros no saben.
Porque hay que decirlo:
"los otros casi nunca saben nada".
En cambio nosotros no, nosotros sí sabemos.
Es más, sabemos tanto, que hasta somos expertos
en solucionar problemas ajenos.
El único problema lo tenemos cuando los problemas son propios.
Ahí sí no sabemos qué hacer y la mayoría de las veces
nos terminamos ahogando en un vaso de agua.
Sin ir más lejos, anoche, buscando esas segundas lecturas
que me terminan haciendo dormir en diagonal,
me preguntaba por qué cuando voy a tomar un helado
nunca soy capaz de probar un gusto nuevo.
No se trata sólo de que me fascine el helado de banana split.
A mí lo que me mata es que,
aún sabiendo que hay centenares de gustos para elegir,
no me atrevo a salir de lo mismo de siempre.
Ya llevo 26 años de banana split,
verano tras verano.
Y pensar que sería tan fácil decir
chocolate y sambayón,
dulce de leche y frutilla
o crema americana y limón.
Sin embargo no, no puedo.
Hay algo en mí que no me permite cambiar.
Es como si existiera una voz interna
cada vez que me acerco a un mostrador,
y yo como un autómata que no puede hacer otra cosa,
obedezco.
"¿Todo de banana split? Mirá que podés pedir dos gustos",
me dice el heladero.
"Sí, ya sé que puedo, pero yo prefiero que sea todo de banana split".
Y cuando me escucho decirlo
sé que no estoy diciendo sólo eso.
Lo que en realidad quiero decir
es que prefiero que la vida también
sea toda de banana split.
Que nada cambie nunca.
Que el tiempo no pase.
Que no haya que elegir siempre entre un camino y otro,
como cuando era chico y me preguntaban
“¿y vos, qué querés ser cuando seas grande?”.
Y yo nunca sabía qué responder.

Tocando en Umma y La Quadra



Acá y acá, más fotos.

domingo, 12 de diciembre de 2010

Hijos en La Quadra

El domingo 12 de diciembre a las 22 hs. vamos a estar tocando en "La Quadra Bar", Av. Gaona 2195 (Ramos Mejía). Los esperamos.