lunes, 27 de julio de 2009

Una buena idea


Vía Educ.ar ( el portal educativo del estado argentino)

Raúl Lemesoff es un artista. Su obra, el Arma de Instrucción Masiva (ADIM), es un tanque con el que viaja por las calles de Buenos Aires regalando libros y aceptando donaciones de libros a su paso. educ.ar lo entrevistó en uno de sus recorridos por la ciudad.


Lemesoff compró un Ford Falcon de 1979, que perteneció a las Fuerzas Armadas argentinas, para destruirlo y transformarlo en este vehículo que interviene de forma sorprendente en el circuito de comunicación cotidiano de la gente.
El ADIM provoca un impacto visual casi cinematográfico. Mientras los transeúntes quedan boquiabiertos, lo señalan, le sacan fotos, Lemesoff –que encarna el espíritu del ADIM– los invita a tomar un libro. La sorpresa allí se hace doble: la gente no puede creer que le estén regalando algo. Lo que espera Lemesoff es un intercambio: “si el arma se cruza en tu camino no dudes en elegir un libro, llevártelo y comprometerte a donar algunos libros que tengas en tu casa. El ADIM pasa y los recolecta: escribí a armadeinstruccionmasiva@hotmail.com, se aceptan todo tipo de libros”, dice Raúl.
De una forma autónoma y no convencional el ADIM también estimula la lectura. La clasificación de libros, cuenta Lemesoff, se hace cuando se recibe una gran donación: se separan los textos para el ADIM y los textos para llevar en paquetes a instituciones, escuelas, barrios carenciados, etcétera.
El Arma de Instrucción Masiva planea viajar por los pueblos perdidos de la Argentina y seguir viaje por Latinoamérica. Quizás pronto te lo encuentres por tu barrio y también podés seguirlo en su blog: www.armadeinstruccion.com.ar

sábado, 25 de julio de 2009

Hasta las lágrimas

Son las dos y media de la mañana. Recién acabo de volver del recital que Luis Salinas dio esta noche en el Teatro IFT. Hacía mucho tiempo que la música no lograba emocionarme hasta las lágrimas. El responsable de que eso sucediera no fue el propio Salinas, quien tocó increíblemente como siempre, sino Nahuel Pennisi, un joven de 18años que con su guitarra sobre las piernas y su voz estremecedora, logró conmover a todo el público presente sólo con dos canciones. Buscando en Youtube encontré el video de una de ellas. Con la otra, “Sin la voz del Chango Nieto”, Nahuel ganó el premio al mejor tema inédito en el Festival de Cosquín 2009.

jueves, 23 de julio de 2009

El santo oficio de la pelota


Doctrina del fútbol es un texto de Tomás Abraham, publicado en su libro "Pensamiento rápido" de Editorial Sudamericana. Me tomé el atrevimiento de recortarlo y dejar las partes que a mí más me llegan. Espero que Tomás no se enoje.
"El fútbol no es un malentendido por el que 22 varones corren para posesionarse de la pelota. Es un asunto de doctrina. El fútbol es la alegría del pueblo y, esta exteriorización se produce por una comunión. Espectadores y actores se confunden en un fervor común. No se trata de una idiotez llamada pelota considerada un chiche para grandes. Tampoco de la válvula de escape de los sociólogos o de las especialistas en liturgia de masas. Al fútbol se lo vive. Se lo vive con todo, con la cabeza, los pies, la cintura, el taco, pero sobre todo con el disimulo, la gracia, la picardía, las mil formas de la risa. Los juegos populares son un demostración de destreza y de gratuidad. Es una exhibición de lujo, tanto en el fútbol como en el tapa de los negros de Louisiana. No es tan importante ganar como hacer palpable el arte del encantamiento. El poder de acariciar la pelota, de hacerla novia del empeine.
Argentina había estado ausente del Mundial de Suiza de 1954, todavía no nos interesaba participar de esas lides profesionales, pero conocíamos nuestro valer. La prensa se hizo eco y nos coronó Campeones Morales de aquella justa lejana. Pero en el ’58 nuestra participación estaba decidida y nos preparamos para la experiencia sueca. Teníamos un fútbol feliz porque nuestro mundo era feliz. La visión que los argentinos tenían de sí mismos abundaba en poesía. La picaresca argentina sobrevolaba el mundo. Pero era posible que el mundo no estuviera enterado de esa dicha. Suecia nos ofrecía la oportunidad de pasear nuestros valores y talento.
¿Qué íbamos a mostrar al Viejo Mundo? Nuestro estilo de vida. El aliento de los barrios, la presencia del potrero, la niñez en nuestras calles, el fervor en nuestras canchas, nuestro modo gambeteador de vivir.
(…) La pelota es nuestro primer chiche y los pozos del potrero el primer divertimento. Nacemos aferrados en un mismo compás a la teta y a la pelota.
Pero es necesario profundizar un poco. El fútbol es un sentimiento, pero los sentimientos necesitan protección. La doctrina es la guardiana del sentir. La línea fatal que une al hombre argentino con el modo de tratar a la pelota, ese naturalismo sencillo, puede ser un pensamiento perezoso y equivocado.
(…) El fútbol es ante todo juego, por eso es alegría, por eso es infancia. Es necesario preservar los valores infantiles. En la actualidad se vive un proceso complejo en el que los avances en ciertos sectores de la sociedad tiene efectos colaterales negativos. Es el caso de los padres que son mejores que los de antes. Esta mayor dulzura casera daña al fútbol. La represión incentiva la travesura. El fútbol —agrega Panzeri— necesita de chico atorrantes, jovencitos vagabundos con acento picaresco, y no el respetuoso hijo del colegio, muchacho de su casa que se convierte en adecuado dispositivo del orden hogareño. Sentencia Panzeri: “tengo para mí muy fuertemente afirmada como convicción que en gran medida el buen jugador de fútbol es fruto de la miseria y del bandidaje infantil”. Panzeri sabe que está en una posición difícil si se sustrae a esta dificultad: “hemos aquí, en alguna medida, lamentando el progreso…”. Pero se aferra a sus convicciones, enarbola lo que llama el romanticismo —sin el cual, sostiene, hasta el profesionalismo muere—, y se convierte en espectador de la desigual lucha entre el fútbol y la sociedad de consumo. Esto es lo que afirmaba Panzeri en su libro: Fútbol, dinámica de lo impensado, de 1967, resumen de un apostolado de muchos años. Pero una década antes, cuando el resquemor de los nuevos tiempos tenía una menor incidencia y pervivía la frescura del alma futbolera, había oportunidades de apreciar en nuestro jugadores su estampa majestuosa.
(…) El lenguaje ético-futbolístico se extiende por generaciones. Las definiciones nunca son suficientes, las discusiones siempre creen agregar algo más a lo ya dicho. Una vez que aparecerá Maradona muchos dividirán a la historia tal como lo hicieron los apóstoles. El año ’58 será el 17am y el ’93, el 18dm (antes y después del debut de Maradona). Pero lo que no se entiende es que no sólo se trata de lo que pasa en la cancha sino de lo que se dice que pasa en la cancha. Es un asunto de doctrina. Menotti no lo negaba cuando ante la pregunta de un periodista sobre el tipo de fútbol que preferían los argentinos, decía: “un fútbol de calidad. Un día me preguntaron lo mismo y contesté lo mismo, pero el periodista me dijo qué interpretaba yo por calidad y ya con esa observación había motivos para seguir. Calidad es el respeto al pueblo’, señaló en cierta oportunidad el Che Guevara”.
Y el respeto se manifiesta con una propuesta generadora de espectáculos emocionantes. La gente va a una cancha para admirar el talento y para emocionarse. El esfuerzo físico también emociona pero el talento sensibiliza. El fútbol que quiere la gente es el que se juega en el potrero de su barrio. El que está ligado al desenfado, a la burla”.

domingo, 19 de julio de 2009

Un videíto

Aprendiendo a usar el Movie Maker, hice este video con varias fotos de la banda y la versión aún no masterizada de “Puertas cerradas”, una de las canciones del próximo disco. Sé que no quedó muy dinámico, pero por ahora es lo que hay. Ya me saldrán cosas mejores a medida que le gane la batalla a mi torpeza tecnológica.

miércoles, 8 de julio de 2009

El escritor y sus necesidades


"No hay condiciones ideales; uno escribe porque no tiene más remedio. Siempre he dicho que si yo fuera enteramente feliz, con esa felicidad que alcanzan los santos, no escribiría una línea. La obstinación de un escritor en escribir está denotando ya una gran carencia en su capacidad de comunicación, de amar y ser amado. Uno escribe también para que lo quieran. Para realizar cosas que son muy vivas en su fantasía y la única manera de realizarlas es ponerlas en boca de otro. Pero pensando en condiciones concretas, creo que un escritor necesita tiempo. Necesita también –una petición injusta tal vez- un entorno humano, una mujer, hijos que disimulen las carencias provocadas por las conductas propias del escritor. Y necesita también algo de dinero, porque escribir mientras suena el timbre de los acreedores… Aún así, la historia de la literatura está llena de ejemplos de escritores que escribieron a pesar de todo. Me contaron en Italia que Pirandello escribía en una época en una habitación con su mujer detrás de un biombo, loca, dando alaridos".
Héctor Tizón.

martes, 7 de julio de 2009

La bestia Pop

Nunca fui un fanático de Michael Jackson y tampoco pienso serlo ahora que murió, pero su importancia e influencia en la música y el baile es innegable. Sin dudas, Jackson debe ser uno de los artistas con más imitadores en el mundo entero. Hoy que su cuerpo finalmente tuvo su despedida, en un homenaje multitudinario en el Staples Center de Los Angeles, quise recordarlo con un video musical, rubro en el que el “Rey del Pop” también fue un gran especialista.
La canción que elegí,“Give in to me”, corresponde al disco Dangerous, su octavo álbum publicado en 1991 y el primero tras el reinado de Quincy Jones como productor. En el tema y en el video participa Slash con su eterna Les Paul haciendo un solo increíble.

lunes, 6 de julio de 2009

De Cappa caída


Como tantos otros amantes del buen fútbol, yo también tenía muchas ganas de que Huracán saliera campeón. Sin embargo, la foto del equipo de Cappa hoy no amaneció en las portadas de los principales matutinos. La que sí lo hizo fue la de Vélez, que si bien ayer jugó un poco mejor y con más convicción que “El Globo”, sin la gran mano que le dio Brazenas la historia hubiera sido otra.
Con esto no es que esté desmereciendo al plantel de Liniers, sino que le estoy otorgando a Huracán el lugar que se merece: fue mucho más que un digno subcampeón, fue el equipo que supo rescatar la esencia del fútbol argentino. A base del renombrado "tiki tiki", de la gambeta y de otras actitudes que asumieron los jugadores fuera de la cancha -como su visita a la ex ESMA, al Hospital de Niños o a la Villa Zavaleta- hicieron que todo el público futbolero, sin distinción de camisetas, sintiera que este Huracán fue de todos.