Heridas abiertas
Inspirada en KM 11 de Mempo Giardinelli
Aunque tus dedos se acalambren
de tanto tocar.
Aunque tus ojos no se atrevan
ya ni a ver,
no digas nada.
Aunque repitas la canción
catorce veces más.
Aunque el cansancio
se te escurra por la sien,
no digas nada.
Si el aire destila rencor,
la tarde se empaña.
Viejas heridas que aún no cerraron y no cerrarán,
rostros que vuelven como un haz de luz
a confirmar que nunca hay que olvidar,
pero después, por suerte hay un después
y ya no hay forma de matar tanta verdad.
Aunque el silencio grite fuerte
entre tanta impiedad
y ya no puedas soportar
la pesadez
de las miradas.
De nuevo la misma canción
y el aire que estalla.
Viejas heridas que aún no cerraron y no cerrarán,
rostros que vuelven como un haz de luz
a confirmar que nunca hay que olvidar,
pero después, por suerte hay un después
y ya no hay forma de matar tanta verdad.
Al sur del sur
Inspirada en “Mi sofá, mi casa, mi embajada” de Hernán Casciari.
Al sur del sur
hay un lugar,
una razón,
un modo de pensar.
No hay cómo huir,
cómo escapar
de esa prisión
de peces de ciudad.
Puede que no haya explicación,
pero de allá sé que soy yo.
Debo partirme en dos
o regresar cuando pase el temblor,
como un mendigo estoy
perdido en esta selva.
Al sur del sur
navega el mar
y el corazón
se hace fuerte al viajar.
En cada voz
encontrarás
una señal
para mirar atrás.
Yo pude haberlo hecho mejor,
tal vez la espera me agotó.
Debo partirme en dos
o regresar cuando pase el temblor,
como un mendigo estoy
perdido en esta selva
El ángel de los misterios
Inspirada en “El ángel del bar” de Pablo Ramos.
Fue una casualidad
o se cayó del cielo.
Era su salvación
y su mejor remedio.
Cuando madruga la noche,
todos los gatos son negros,
toda la piel se consume
y así los pibes se van
Perdidos en la vida,
buscando una razón,
un nuevo amanecer.
No es fácil caminar,
con el hambre en los huesos.
quién va a comprar una flor
si el que no es sordo es ciego.
Si te noquea la calle,
el ángel de los misterios
de pronto puede salvarte,
como a los pibes que están.
Perdidos en la vida,
buscando una razón,
un nuevo amanecer
que nunca pudo ser.
Todo puede pasar,
la vida es “puro cuento”.
Cuando te quema la noche,
mejor quedarse despierto,
hay tantos pibes que están
Perdidos en la vida,
buscando una razón,
un nuevo amanecer
que nunca pudo ser.
Hijas del dolor
Inspirada en “Patrón” de Abelardo Castillo.
Y sin embargo no pudo ser,
el miedo es así,
violento y real,
no deja vivir,
no tiene piedad.
Un solo día lo vio distinto,
fue sólo una vez,
una nada más,
después volvió a ser
el mismo animal.
Vidas que nunca ven el sol,
hay vidas sometidas
a tanta humillación.
Y hay vidas que al nacer
son hijas del dolor.
Vidas que nunca ven el sol,
hay vidas sometidas
a tanta humillación.
Y hay vidas que también
se escapan del horror.
De qué sirve el ayer
si hay que salvarse hoy.
Viaje al fondo de mí
Inspirada en “Veteranos del pánico” de Fabián Casas.
Muchas veces me despierto
con el corazón en llamas
y ando con la soga al cuello
dando vueltas en mi cama.
Después busco en mis recuerdos
pero nunca encuentro nada,
sólo un par de libros viejos
y unas fotos de mi infancia.
Una sombra de lo que fui,
otro viaje al fondo de mí.
Siempre igual otra vez la soledad.
No está mal “La ley de la ferocidad”.
Si al final, todos saben que al final
“Siempre es difícil volver a casa”.
Otras noches el infierno
huele a pólvora mojada,
a palabras que se empeñan
en morirse desangradas.
Ahora sé que es cuerpo a cuerpo
contra mis propios fantasmas,
contra el tiempo y contra el miedo,
contra lo que más me falta.
Una sombra de lo que fui,
otro viaje al fondo de mí
Siempre igual otra vez la soledad.
No está mal “La ley de la ferocidad”.
Si al final, todos saben que al final
“Siempre es difícil volver a casa”.
Un mundo menos peor
Inspirada en “Pelusa duerme en un sillón” de Reynaldo Sietecase
Un nuevo atardecer
y la ciudad
desmoronándose.
Esconde un brazo el sol
y el día ya
vuelve a su cascarón.
La noche ya hace pie
y el cielo va
desfigurándose.
La luna con temor
muestra su luz,
su tibio resplandor.
Mientras tanto sangra por la herida,
mientras tanto madura el rencor,
mientras tanto trata que no le haga mal
eso de mirar a los ojos del dolor.
La bolsa es su lugar,
es su refugio
en la oscuridad.
Su único rincón,
cuando en el fuerte
se cae el telón.
Mientras se fabrica una mentira,
mientras sueña un mundo menos peor,
mientras muerde el cuello de la soledad
trata de esquivar las esquirlas del dolor.
Donde nace la tristeza
Inspirada en “El buen dolor” de Guillermo Saccomanno.
Quizás un día entiendas
que nunca quise ver
donde nace la tristeza
Que menos me alcanzaba,
que hubiera estado bien
que al final me conocieras.
Y ahora que al olvido le tocó perder
Las cosas que no hicimos ya no podrán ser,
porque no estás.
Tal vez no tuve ganas,
tal vez no supe ver
o quizás no tuve fuerzas.
Para decir lo siento,
para reconocer
que el pasado no regresa.
Y ahora que al olvido le tocó perder
Las cosas que no hicimos ya no podrán ser,
porque no estás.
Nadar de noche
Inspirada "Nadar de noche" de Juan Forn.
Algo difícil de explicar
y aún más difícil de creer,
su padre estaba una vez más
sólo sentado frente a él.
No es tan sencillo comenzar,
sentirse hijo otra vez,
la falta de expresividad
entre los dos seguía en pie.
Irse es como nadar
en una noche azul,
es como ver la vida
reflejada en el cristal
del ayer.
Nunca se pudo imaginar
que esto podía suceder,
no era un encuentro artificial,
sino la vida tal como es.
Todo era exactamente igual
a como cuando él se fue,
tenían tanto por hablar
y tiempo hasta el amanecer.
Jugar con fuego
Inspirada en “Balada de la primera novia” de Alejandro Dolina
Quiso saber,
pero el tiempo suele
ser tan cruel.
Quiso empezar,
jugar con fuego
aunque termine mal.
A veces es mejor
tener una ilusión
que llorar una verdad.
Tanto pensar
y al final lo que buscaba
ya no está.
Tanto querer
y no hay forma de que sea
como ayer.
Quiso volver
y mirar sus ojos
otra vez.
Quiso sentir
y aún quedaba mucho
por decir.
A veces no está mal
saber que hay que parar,
podría ser peor.
Tanto pensar
y al final lo que buscaba
ya no está.
Tanto intentar
y no es fácil andar
en el ojo del huracán.
A veces es mejor
tener una ilusión
que llorar una verdad.
Tanto pensar
y al final lo que buscaba
ya no está.
Tanto querer
y no hay forma de que sea
como ayer.
Tanto intentar
y no es fácil andar
en el ojo del huracán.
Nada en pie
Inspirada en “Hoy temprano” de Pedro Mairal.
Ya ves lo que pasa,
no quieras volver,
el tiempo lo hizo otra vez.
Donde era la casa,
aún cuesta creer
que no quede nada en pie.
Hay cosas que cambian,
el cielo ya no es
el mismo cielo de ayer.
No busques tu infancia,
ni la cruz de sal,
no busques que ya no están.
Ya no están, ya no están,
no busques que ya no están.
Los vidrios se empañan
y no dejan ver
la tarde que empieza a caer.
No busques tu infancia,
ni la cruz de sal,
no busques que ya no están.
Ya no están, ya no están,
no busques que ya no están.
Todos los temas fueron compuestos por:
Letra: Fernando Varela y Música: Mauro Varela
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