viernes, 24 de abril de 2009

Nocturno

Por Fernando Varela

Una pareja se besa en la parada del 106.
Un respirador se desconecta en algún hospital.
La mamá de Cristian no llega a fin de mes.
Al pie de una cama un pibe pide salud para su familia.
Ana María se arrepiente de todo lo que no hizo.
La vida se confunde con la muerte.
En Palermo diferentes versiones de perversiones
ocultan su sexo entre las piernas.
La soledad se refugia en bares con
mesas rengas y poetas frustrados.
Grandes letreros luminosos descansan sobre edificios antiguos.
Perros flacos duermen entre cartones tibios.
Horas confusas.
Trabajadores y borrachos.
Tangos.
Libros viejos
Sueños.
Veredas gastadas.
De regreso solo.
Preguntas siempre preguntas.

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