lunes, 18 de febrero de 2019

Entrevista a Germán Garmendia: “Fui escritor antes que youtuber”



Nando Varela Pagliaro

Germán Garmendia nació en Chile en 1990. Cuando tenía apenas veinte años, empezó a subir videos a Youtube y su vida cambió de un modo abrupto. Actualmente es el segundo youtuber con más suscriptores del mundo y el primero hispano.
Aunque su talento incuestionable son las redes, Germán tiene una fuerte pasión por la música y su sueño, como el de tantos, es llegar a Hollywood. Ahora volvió a probar suerte en el mundo editorial con Di hola, su segundo libro y primera novela.

-Empecemos hablando del libro, ¿cómo surgió la idea de la novela?

-Lo complicado fue pensar en la historia de Natalie y Oscar, pero no solo en su historia, sino también en el tipo de personajes y en su esencia. Para eso lo que hice fue mirar mucho hacia atrás y traté de pensar por qué estas dos personas son así, por qué se encontraron y por qué tienen sentido. Con Oscar se me complicó bastante porque muchas veces es una persona difícil de querer porque es bastante egocéntrico y muy enfocado en sus miserias. A pesar de que tiene mucho éxito, siempre se las ingenia para hacerse la víctima.

-Me hablás de Oscar y Natalie, ¿con cuál te identificás más de los dos? ¿Hay cosas de ambos en vos?

-Creo que ellos dos tienen un poquito de todos porque todos en algún momento somos bastante pesimistas, estamos centrados en nosotros mismos, pero también somos personas que de vez en cuando, tratamos de ver el lado positivo de los problemas e intentamos levantarnos con el mejor ánimo posible. Quizás no siempre, pero estamos todo el tiempo pingponeando entre Natalie y Oscar.

-         Venís de las redes sociales, donde el feedback es casi inmediato; en la literatura eso es muy distinto. ¿Cómo estás haciendo para manejar la ansiedad?

-Es bastante raro porque yo estoy acostumbrado a que subo un video y al segundo ya veo si gustó o no. Aprendes y sigues avanzando. En cambio, con el libro el proceso ha sido más largo. Hasta el día de hoy, en las firmas, la mayoría llega con el libro a medio leer. Son muy pocos los que lo han terminado porque el tiempo ha sido muy poco desde que lo lancé, pero por suerte hasta ahora he recibido un buen feedback. Además, mis nervios son mayores porque el libro no tiene nada que ver conmigo, simplemente es una historia que yo creé. Todo es tan nuevo que no sé si va a funcionar, si las personas que lo van a leer van a tener la sensación de que leyeron algo que les ayudó o que los transportó a alguna historia.

-¿Te da miedo la repercusión que pueda tener porque es la primera vez que no ponés tu cuerpo en un proyecto?

-Es complicado porque siempre estoy contando historias, pero siempre estoy delante de cámara y mis seguidores siempre están involucrados con eso. Además, como hago videos todos los días, si alguno no es bueno me lo perdonan porque sigo siendo yo, pero ahora es totalmente diferente. Aunque también debo decir que lo pensé así: quería lanzar algo que no tuviera nada que ver conmigo, quería que si alguien llegara a pasar por una librería y viera el libro, lo juzgue por el contenido y no por quién lo escribió.

-Y a la hora de sentarte a escribir, ¿cuánto pensaste en tus seguidores?

- El primer libro lo escribí pensando el cien por ciento en ellos, en este en cambio hice todo lo contrario porque el objetivo era contar una historia que me gustaría leer a mí en determinado tiempo de mi vida. Lo único que quise fue entregar el contenido de mayor calidad que puedo hacer.

-Muchos imaginan que estás todo el día con el celular grabando videos. ¿Qué momentos te diste para la escritura?

-Le dediqué todas mis tardes, porque por las mañanas para mí Youtube es todo. Después de comer siempre tengo tiempo para trabajar en cualquier otro proyecto. Igual, reconozco que fue muy complicado porque para mí es difícil estar sentado y pensar en una sola cosa. Siempre estoy con varias cosas a la vez, pero para el libro tuve que poner toda mi concentración, no puedo estar pensando un video si estoy escribiendo el libro. Fue un proceso de mucha disciplina porque si no iba a terminar la novela con muchos tonos diferentes.

-En ese proceso, ¿te ayudaron mucho tus editores?

-Los editores me ayudaron muchísimo para darme feedback cuando ya estaba todo listo; me ayudaron a estructurar la historia y a administrar los detalles. Por lo tanto, fueron muy importantes para el resultado final.

-Tu relación con la escritura de un modo más profesional, por decirlo de alguna forma, ¿comienza con este libro o en tus videos hay mucho más guionado y no tanta improvisación como uno supondría?

-Cuando empecé en Youtube, en Hola soy Germán, mis videos estaban completamente guionados. Por eso creo que fui escritor antes que youtuber. Luego, cuando creé mi otro canal, Juega Germán, eso sí ya es más espontáneo: soy yo frente a la cámara, mucho más relajado. Eso me dio la oportunidad de poder crear otras cosas. De repente ahí tengo la oportunidad de hablar de temas más serios. De este modo, le enseño otra parte de mí a mis seguidores. Eso me ha ayudado a hacer música y este tipo de libros, por ejemplo. Gracias a ese canal mi audiencia ya sabe que hay un montón de Germanes.

-La escritura casi siempre suele ir de la mano de la lectura. En tu caso, entre tantos viajes y tanto Youtube, ¿cómo hacés para encontrar tiempo para sentarte a leer?

-En el avión siempre hay tiempo. La verdad es que siempre trato de encontrar un tiempo para leer, pero se me complica bastante. Para este libro he tratado de leer lo más posible con la intención de aprender de lo bueno y de lo malo de los libros que leía. No quería que nadie que viera el libro dijera que es una novela amateur. Si bien es mi primera novela, no quería que se viese así.

-¿Querés mencionar algunos de esos libros que te ayudaron mientras escribías Di hola?

- Cuando te lanzas al mundo de los libros es un mar muy grande y nunca sabes por dónde empezar. John Green fue como el primer paso, porque al ser ambos youtubers sentía que teníamos algo en común.  

-Mencionás a John Green, ¿pensás que tiene fecha de vencimiento el hecho de ser youtuber?

-Creo que la palabra youtuber tiene mucho que ver con la persona, con el creador. Como en la televisión hay programas que duran décadas y otros que están solo un verano, en Youtube es igual. Es muy importante cómo abordas tu contenido, cómo te reinventas. La palabra youtuber en general es muy vista desde afuera y todos piensan que somos todos iguales, pero luego si te metes adentro ves que no es así. Es como decir que la música es toda igual. Hay géneros, hay canciones más agresivas, más relajadas; hay canciones que duran para toda la vida y otras que suenan solo un añito en la radio y luego desaparecen, como el hit del verano. Youtube es lo mismo, hay muchos youtubers, muchos contenidos distintos, pero la duración depende solo del youtuber en particular.

-Y ahora tu camino, ¿lo ves más por el lado de los libros y la música o hay Youtube por mucho más tiempo?

-Se puede hacer todo. Obviamente la música y los libros llevan aquí muchos años más, es un tema más sólido. En cambio, Youtube todavía se está redescubriendo. Sin embargo, hay youtubers que llevan diez años y siguen siendo relevantes en todo sentido. Ahora para saber si el tema de los youtubers seguirá dentro de veinte años más, depende de los mismos creadores. De cualquier forma, yo creo que aún falta muchísimo para creer que esto puede acabarse. Youtube es un lugar donde cualquier persona puede crear y eso no se puede matar porque hay un montón de personas que constantemente están compartiendo su contenido y quieren estar en este medio.

-¿Pensás que para la gente de otras generaciones hay cierto prejuicio con el mundo Youtube?

-Me da igual porque creo que eso siempre va a pasar. Ocurrió lo mismo cuando estaba la radio y luego vino la tele.

-¿Te da miedo que los que vienen más del mundo de los libros puedan pensar en cómo un youtuber se va a atrever a escribir una novela?

-No creo que eso pase mucho. Para mí depende de respetar el lugar en el que te mueves. Yo soy youtuber y respeto a mi comunidad y a las personas que estaban antes que yo. Creo que cuando te metes en la literatura o en la música debes hacer lo mismo, siempre hay que respetar el medio. Si llegas con demasiado ego, siempre te va a ir mal.

- Desde los chats hasta los videos, en la novela hay mucha tecnología que interfiere entre las relaciones. En tu caso, ¿cómo hacés para tener vida más allá del celular y las redes? ¿Te ponés ciertos límites?

-Es complicado porque es un tema que genera problemas que no existen. Es un teléfono pero constantemente tu cerebro está pendiente de eso. Yo trato de hacer cosas puntuales: por ejemplo antes de dormir mi teléfono no está en la habitación. Lo dejo bastante lejos y en silencio para no pensar en eso. De esta forma trato de desconectarme. Cuando estoy con mi novia, el teléfono lo pongo en mi bolsillo o mirando hacia abajo porque si no nunca paras, nunca estás en el lugar donde estás físicamente. La tecnología nos ayuda a conectarnos, pero al mismo tiempo nos desconecta. De cualquier forma, no creo que sea algo que empezó a partir de los smartphones, sino que viene pasando hace mucho tiempo. De hecho, hace poco vi un video sobre tres personas de más de cien años que daban consejos sobre su vida. Uno de ellos contaba que cuando tenía doce años se la pasaba con la radio hasta las cinco de la mañana. Eso de algún modo es muy similar al niño que ahora se pasa toda la noche jugando Fortnite y se olvida que tiene que dormir. Eso me ayuda a entender que estamos lidiando con los mismos problemas. Si hemos sobrevivido a eso, posiblemente sobrevivamos a esto también.

-A partir de las redes sociales, ¿pensás que es inevitable que las relaciones sean cada vez más efímeras?

-Creo que los millennials nos tuvimos que acostumbrar a lo nuevo, pero la generación Z ya nació con eso. Como cuando apareció Facebook y nos conectó con todo el mundo, pero más allá de que te conecte, también te empiezas a obsesionar con ciertas cosas.

Por último, ¿cuándo sentís que tuviste un día productivo?

-Si no trabaje en Youtube siento que no hice nada. Luego necesito tener un par de reuniones y ahí una vez que las termino ya me siento bien, siento que terminé el día. Lo demás ya es extra.

-¿No necesitás hacer nada que tenga que ver con lo físico o con lo espiritual?

-El tiempo extra trato de salir a caminar o a trotar con mi novia; trato de pasar tiempo de calidad con las personas que están alrededor mío, pero eso no lo veo como algo productivo sino como algo que me genera alegría.

-Las pequeñas cosas que te dan felicidad.

-Siempre pienso en estas cosas. Al trabajar en mi casa, siempre puedo tomarme breaks para hacer este tipo de cosas sencillas que me hacen bien, desde estar con mi novia o hacerle cariños al gato.

Publicada originalmente en Revista Quid.


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