lunes, 8 de marzo de 2010

Primer aniversario del Barco

Este humilde espacio ya cumplió un año. A pesar de no haber sido todo lo regular que hubiera querido, tampoco me puedo quejar demasiado.
En este añito que pasó, fueron muchas las veces que me pregunté: por qué, para qué y por quién mantengo este blog. Como en tantas otras cosas, no encontré una respuesta que me satisfaga plenamente. Pero de todos modos, acá estoy, acá sigo, preguntándome, compartiendo, escribiendo y dudando de todo, desde hace un año, desde siempre. A los que me vienen siguiendo desde el comienzo, les agradezco por la paciencia, por los comentarios, por las sugerencias y sobre todo, por estar. A los que se sumaron hace muy poquito, les doy la bienvenida y espero no defraudarlos. Los que me conocen, ya saben dónde me pueden encontrar; los que no, tienen mi mail (nandovp@yahoo.com.ar) para que hagamos de esto una relación un poco más profunda. Sepan que nunca vienen mal un par de palabras. Sólo para saber que están, que no estoy solo, que ustedes no padecen esa maldita enfermedad que “destruye al hombre y cada gesto del amor”. Esa enfermedad de la que habla Gilbert Bécaud en su canción: la indiferencia.
Abajo, les dejo un video con la canción de Bécaud cantada por un coro, en un homenaje que le hicieran al gran cantautor francés, cuatro meses antes de su muerte en diciembre de 2001 y la adaptación al español que hizo Gian Franco Pagliaro de la letra.



LA INDIFERENCIA

Ni la ambición, ni la crueldad son importantes
lo que te digo, lo que repito, lo sabes bien,
lo sabes ya, la enfermedad del mundo es la indiferencia .

Saber romper y corromper cada conciencia.
En plena calle un hombre va y se desploma bajo el sol
Y nadie le presta atención, la indiferencia.

Es la verdad, a quién le importa lo que pasa alrededor,
si lo que pasa, siempre le pasa a los demás,
que son como nosotros dos indiferentes.

En el hogar eres un ser sin opinión, un mueble más,
una pared, un adoquín de tu ciudad,
un callejón por donde no pasa el amor.

Ni el rencor, ni el egoísmo son importantes.
Lo que realmente destruye al hombre y cada gesto del amor
es algo que no quieres ver, la indiferencia.

Quédate ahí, escucha un poco más el son de esta canción,
que por supuesto no te llega al corazón,
pregúntale por qué eres tan indiferente.

Y a tu mujer, pregúntale cómo se siente, cómo le va,
pregúntale a tu viejo amigo por qué está mal,
no te conviertas en un ser indiferente.

Hay que luchar por no caer en esa red universal,
aún hay tiempo, algo se puede aún salvar,
sólo el amor puede vencer la indiferencia.

(Letra y música: Gilbert Bécaud - Adaptación al español: Gian Franco Pagliaro)

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