martes, 18 de julio de 2017

Entrevista a Nicholas Sparks: “La vida es buena, pero las cosas malas suceden”


Nando Varela Pagliaro

A Nicholas Sparks la categoría best seller ya le queda chica. Al momento, lleva escritas veinte novelas, traducidas a más de cincuenta idiomas, con más de 100 millones de copias vendidas a nivel mundial y más de 65 millones solo en Estados Unidos. De sus veinte novelas, once fueron llevadas al cine con un éxito de taquilla deslumbrante. En el marco de la gira de presentación de Solo nosotros dos (Roca Editorial) -su última novela-, hablamos con el autor de Diario de una pasión y Un paseo para recordar, entre otros.

-Me imagino que después de haber publicado veinte novelas, las expectativas, las ilusiones, los miedos, no son los mismos, ¿es así?

-Sí, es un desafío mayor ahora que cuando comencé, porque es más difícil ser original.

-Y en este libro, ¿dónde diría que reside la originalidad?

-En la estructura, la duración, la cantidad de personajes. Y también en que está narrado en primera persona, que es algo que no hice durante diez años. Además, tiene nuevos personajes, una nueva trama, lo que impulsa a la historia en sí es diferente. Con cada libro que escribo trato de hacer eso, por lo que es muy difícil generar una nueva obra cuando uno quiere modificar todos estos factores. Muchos novelistas escriben siempre la misma estructura, la misma voz -primera persona, tercera persona-, o muchos incluso el mismo personaje que se repite novela tras novela. En mi caso, es todo nuevo.

-   Para la mayor parte de los autores, vender cinco mil o diez mil ejemplares sería un éxito. Para un autor como usted, tal vez vender esa suma podría ser visto como fracaso. ¿De qué manera mide el éxito a nivel literario?

-Creo que no he tenido un libro que haya vendido menos de cinco millones de copias. De todas formas, para mí el éxito se basa en si estoy contento con lo que escribí, y si también lo están mi editor y mi agente. Así que escribo para un público de tres personas y siempre son muy duros con lo que produzco, por lo que el proceso de edición también es muy arduo. Mientras yo esté feliz con el resultado y también ellos, es suficiente. Eso para mí ya es un éxito.

- ¿Solamente tiene a esos tres lectores en mente, no piensa en el público masivo?

-Sí pienso en la audiencia, pero mientras estemos contentos nosotros tres, está bien. Realmente son muy duros conmigo, muy detallistas y no dejan que nada quede mal escrito.

-Explicar el éxito nunca es fácil, me imagino que a lo largo de su carrera muchas veces le han preguntado cuál cree que es la razón en su caso. ¿Encontró alguna respuesta?

-Pienso que mis libros tienen éxito en lo que se supone que tienen que ser, cuentan historias reales sobre personas reales, y genuinamente evocan emociones reales, siempre sorprenden a los lectores, dejándolos con una sensación de esperanza, incluso en momentos de oscuridad.

-Generalmente los libros como los suyos, que tienen un alto nivel de venta, no son acompañados por la crítica. ¿Le importa la opinión de los críticos? ¿Lee las reseñas de sus libros?

- La verdad es que no me importa. Ya sean buenas o malas reseñas, no las leo.

- ¿Cree que hay prejuicios con este tipo de libros?

-Quizás, no lo sé. También recibo muchas buenas críticas, pero nunca pienso en ellas a menos que me lo pregunten en las entrevistas. No me importa en realidad hasta que alguien me consulta por el tema.

- Y como lector, ¿es amante de este género o prefiero otro tipo de literatura?

-Sí, leo este género, pero también otros. Me gusta cualquier tipo de novela que esté bien escrita y que haga lo que se supone que debe hacer. Un thriller, tiene que generar suspenso; una novela de terror tiene que asustar; una novela literaria tiene que generar interés. Parece sencillo, pero no lo es tanto.

-La mayor parte de sus libros fueron llevados al cine. ¿Cómo se lleva con las adaptaciones? ¿El guión del escritor es tan o más importante que la tarea del director?

-El director es el más importante de todos, la película va a ser lo que él quiera que sea. Así que siempre se debe elegir al director cuidadosamente. En mi rol en relación a las películas, siempre estuve satisfecho; vendí los derechos, escribí el guión, produje; a veces las tres tareas a la vez. Lo que podía hacer en cada película dependía de cuán ocupado estaba.

-Cuando escribe un libro como Solo nosotros dos, ¿Ya lo hace pensando en que puede ser llevado al cine? Es decir, ¿Lo escribe solo como un libro de literatura o a la par va escribiendo el guión?

-Ambas cosas. Cuando pienso en la historia antes de escribirla, trato de concebirla teniendo en cuenta que funcione como libro tanto como película. Tiene que ser original y también muy visual. Pero cuando empiezo a escribir, dejo a un lado todo y solo me concentro en el libro.

-Vi que tiene mucha presencia en las redes sociales, ¿cuán importante es para un escritor estar ahí?

-Pienso que es importante, no sé cuánto. Es una gran manera de proporcionar información a aquellos que les interesa, por ejemplo, estrenos de películas, lanzamientos de libros, entrevistas, etc.

- ¿Piensa que las redes sociales cambiaron la forma de leer de los lectores?

- No. Pienso que la gente que lee libros representa una pequeña porción de la población; quince o veinte por ciento. Si estás en ese porcentaje, y te gusta leer, vas a leer de todas maneras. El otro ochenta por ciento existe en las redes sociales.

-Hablando de redes sociales, en su Facebook leí que cuando era estudiante, marcó un récord en el equipo de atletismo norteamericano en la carrera de relevos de 4 x 800 metros. Ahora, ¿qué lugar ocupa el deporte en su vida? ¿De qué manera influye en su literatura? Hay muchos escritores, como Haruki Murakami por ejemplo, que cuando corren les aparecen las mejores ideas o consiguen encontrar el elemento que les faltaba para cerrar un determinado capítulo.

- Lo primer que quiero decir es que todavía sigo corriendo y que es cierto lo del récord. De hecho, aún sigue estando vigente. En cuanto a la influencia del deporte en mi literatura, debería decir que correr más que nada me enseñó el concepto de persistencia, diligencia y la necesidad de saber superar obstáculos. Y básicamente todas estas cosas que son tan comunes en el deporte, también están presentes en la literatura.

-Por último, Russell Green, el protagonista principal de Solo nosotros dos, es una persona que tiene todo, pero de la noche a la mañana lo pierde. ¿Tiene miedo de que algo así pueda sucederle en su relación con los lectores o en su propia vida?


-No tanto en mi relación con los lectores, porque en general escribo novelas con las cuales yo estoy satisfecho, así que lo que suceda va a pasar de todas maneras. En mi vida tuve muchos eventos trágicos; perdí a mi madre a los veintitrés años, a mi padre a los veintinueve y a mi hermana a los treinta y tres, mi hijo tiene autismo, me divorcié; así que siempre hay pérdidas. Mi lema es “la vida es buena, pero las cosas malas suceden”.

Publicada originalmente en Revista Quid.

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