Nando Varela Pagliaro
A Nicholas Sparks la categoría best seller ya le queda
chica. Al momento, lleva escritas veinte novelas, traducidas a más de cincuenta
idiomas, con más de 100 millones de copias vendidas a nivel mundial y más de 65
millones solo en Estados Unidos. De sus veinte novelas, once fueron llevadas al
cine con un éxito de taquilla deslumbrante. En el marco de la gira de
presentación de Solo nosotros dos
(Roca Editorial) -su última novela-, hablamos con el autor de Diario de una pasión y Un paseo para recordar, entre otros.
-Me imagino que después
de haber publicado veinte novelas, las expectativas, las ilusiones, los miedos,
no son los mismos, ¿es así?
-Sí, es un desafío mayor ahora que cuando comencé, porque es
más difícil ser original.
-Y en este libro, ¿dónde
diría que reside la originalidad?
-En la estructura, la duración, la cantidad de personajes. Y
también en que está narrado en primera persona, que es algo que no hice durante
diez años. Además, tiene nuevos personajes, una nueva trama, lo que impulsa a la
historia en sí es diferente. Con cada libro que escribo trato de hacer eso, por
lo que es muy difícil generar una nueva obra cuando uno quiere modificar todos
estos factores. Muchos novelistas escriben siempre la misma estructura, la
misma voz -primera persona, tercera persona-, o muchos incluso el mismo
personaje que se repite novela tras novela. En mi caso, es todo nuevo.
- Para
la mayor parte de los autores, vender cinco mil o diez mil ejemplares sería un
éxito. Para un autor como usted, tal vez vender esa suma podría ser visto como
fracaso. ¿De qué manera mide el éxito a nivel literario?
-Creo que no he tenido un libro que haya vendido menos de
cinco millones de copias. De todas formas, para mí el éxito se basa en si estoy
contento con lo que escribí, y si también lo están mi editor y mi agente. Así
que escribo para un público de tres personas y siempre son muy duros con lo que
produzco, por lo que el proceso de edición también es muy arduo. Mientras yo
esté feliz con el resultado y también ellos, es suficiente. Eso para mí ya es
un éxito.
- ¿Solamente tiene a esos
tres lectores en mente, no piensa en el público masivo?
-Sí pienso en la audiencia, pero mientras estemos contentos
nosotros tres, está bien. Realmente son muy duros conmigo, muy detallistas y no
dejan que nada quede mal escrito.
-Explicar el éxito
nunca es fácil, me imagino que a lo largo de su carrera muchas veces le han
preguntado cuál cree que es la razón en su caso. ¿Encontró alguna respuesta?
-Pienso que mis libros tienen éxito en lo que se supone que
tienen que ser, cuentan historias reales sobre personas reales, y genuinamente
evocan emociones reales, siempre sorprenden a los lectores, dejándolos con una
sensación de esperanza, incluso en momentos de oscuridad.
-Generalmente los
libros como los suyos, que tienen un alto nivel de venta, no son acompañados
por la crítica. ¿Le importa la opinión de los críticos? ¿Lee las reseñas de sus
libros?
- La verdad es que no me importa. Ya sean buenas o malas
reseñas, no las leo.
- ¿Cree que hay
prejuicios con este tipo de libros?
-Quizás, no lo sé. También recibo muchas buenas críticas,
pero nunca pienso en ellas a menos que me lo pregunten en las entrevistas. No
me importa en realidad hasta que alguien me consulta por el tema.
- Y como lector, ¿es
amante de este género o prefiero otro tipo de literatura?
-Sí, leo este género, pero también otros. Me gusta cualquier
tipo de novela que esté bien escrita y que haga lo que se supone que debe
hacer. Un thriller, tiene que generar suspenso; una novela de terror tiene que
asustar; una novela literaria tiene que generar interés. Parece sencillo, pero
no lo es tanto.
-La mayor parte de
sus libros fueron llevados al cine. ¿Cómo se lleva con las adaptaciones? ¿El
guión del escritor es tan o más importante que la tarea del director?
-El director es el más importante de todos, la película va a
ser lo que él quiera que sea. Así que siempre se debe elegir al director
cuidadosamente. En mi rol en relación a las películas, siempre estuve
satisfecho; vendí los derechos, escribí el guión, produje; a veces las tres
tareas a la vez. Lo que podía hacer en cada película dependía de cuán ocupado
estaba.
-Cuando escribe un
libro como Solo nosotros dos, ¿Ya lo
hace pensando en que puede ser llevado al cine? Es decir, ¿Lo escribe solo como
un libro de literatura o a la par va escribiendo el guión?
-Ambas cosas. Cuando pienso en la historia antes de
escribirla, trato de concebirla teniendo en cuenta que funcione como libro
tanto como película. Tiene que ser original y también muy visual. Pero cuando
empiezo a escribir, dejo a un lado todo y solo me concentro en el libro.
-Vi que tiene mucha
presencia en las redes sociales, ¿cuán importante es para un escritor estar
ahí?
-Pienso que es importante, no sé cuánto. Es una gran manera
de proporcionar información a aquellos que les interesa, por ejemplo, estrenos
de películas, lanzamientos de libros, entrevistas, etc.
- ¿Piensa que las
redes sociales cambiaron la forma de leer de los lectores?
- No. Pienso que la gente que lee libros representa una pequeña
porción de la población; quince o veinte por ciento. Si estás en ese
porcentaje, y te gusta leer, vas a leer de todas maneras. El otro ochenta por ciento
existe en las redes sociales.
-Hablando de redes
sociales, en su Facebook leí que cuando era estudiante, marcó un récord en el
equipo de atletismo norteamericano en la carrera de relevos de 4 x 800 metros. Ahora,
¿qué lugar ocupa el deporte en su vida? ¿De qué manera influye en su
literatura? Hay muchos escritores, como Haruki Murakami por ejemplo, que cuando
corren les aparecen las mejores ideas o consiguen encontrar el elemento que les
faltaba para cerrar un determinado capítulo.
- Lo primer que quiero decir es que todavía sigo corriendo y
que es cierto lo del récord. De hecho, aún sigue estando vigente. En cuanto a
la influencia del deporte en mi literatura, debería decir que correr más que
nada me enseñó el concepto de persistencia, diligencia y la necesidad de saber superar
obstáculos. Y básicamente todas estas cosas que son tan comunes en el deporte,
también están presentes en la literatura.
-Por último, Russell
Green, el protagonista principal de Solo
nosotros dos, es una persona que tiene todo, pero de la noche a la mañana
lo pierde. ¿Tiene miedo de que algo así pueda sucederle en su relación con los lectores
o en su propia vida?
-No tanto en mi relación con los lectores, porque en general
escribo novelas con las cuales yo estoy satisfecho, así que lo que suceda va a
pasar de todas maneras. En mi vida tuve muchos eventos trágicos; perdí a mi
madre a los veintitrés años, a mi padre a los veintinueve y a mi hermana a los
treinta y tres, mi hijo tiene autismo, me divorcié; así que siempre hay pérdidas.
Mi lema es “la vida es buena, pero las cosas malas suceden”.
Publicada originalmente en Revista Quid.
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