miércoles, 26 de febrero de 2014

Una vida, siete acordes


Por Nando Varela Pagliaro

Alguna vez Tom Petty dijo: “Bob Dylan es un tipo muy normal. Si le pedís la hora, te la da”.  Esto mismo pasa con los chicos de Ella es tan Cargosa: son tipos normales que escriben canciones fuera de lo normal. En “11”, su último disco, lo dejan más que claro. A trasluz, Autorretrato, Pretensiones, Siete acordes y La mano del Knock out, por nombrar sólo algunas, tienen la combinación perfecta de letras muy logradas con melodías que recuperan la esencia del rock canción. Las influencias están a la vista y Rodrigo Manigot, cantante y letrista de la banda, lo sabe bien: “hay un sonido que ya está en nuestro ADN: nacimos escuchando Beatles, Stones, Bob Dylan, Páez, García, Calamaro, el Flaco, Tom Petty. Ya esa escucha te condiciona a la hora de componer, porque vas a intentar siempre apuntar para allí. Pero también es cierto que hay una búsqueda puntual, deliberada, que se va dando con el tiempo”.  En esa búsqueda lírica y melódica, la banda oriunda de Castelar, también expone sus influencias literarias para hacerlas canción. Manigot “ya se leyó lo que había que leer para ser alguien culto” y no duda en compartir sus referentes con todos sus seguidores. “Los libros son disparadores y lo que está bueno es que se hagan carne en lo que vos pensás o en lo que te pasa”. Según él, “leer  es como tener un tercer ojo. Es poder penetrar en el mundo de un modo más hondo. Lo que pasa es que son tiempos muy superficiales donde nos conformamos todos con mucho menos, pero me parece que los grandes pensamientos, las grandes frases, las grandes reflexiones ya las pensaron tipos mucho mejor que nosotros, hace mucho tiempo, en distintas civilizaciones, en distintas ciudades. Entonces, me parece que leer es entrar en la mente de los tipos más inteligentes que hubo en la historia: Proust, Joyce, Onetti, Borges, Cortázar, Walsh. Sería muy triste haberme ido de este mundo sin haber leído El Quijote.”
La música, como tantos otros, suele ser un camino lleno de obstáculos, pero “La Cargosa” supo no bajar los brazos y sostener su proyecto contra viento y marea. “Las cosas, si uno sabe corregir defectos y tiene la paciencia y la obstinación para seguir laburando y creyendo, no digo que las cosas necesariamente se den, pero pueden darse. Este es un oficio extraño: es hermoso, pero cuesta en varios sentidos, y sobre todo tiene un costo social que conocemos: hasta que no traés platita a casa, socialmente sos un hippie, un vago. Pensá en nosotros, treintañeros largos en el año 2006, yendo a tocar por varios lados, pero volviendo sin un peso. Internamente sos músico, pero no llevás guita a casa y varios allegados, parientes o amigos, te miran de reojo, es así. Por eso un poco nos reíamos cuando ganamos el Gardel: mejor banda nueva, ¡una banda con siete años de historia! Nueva en términos masivos, y en términos sociales, pero en el barrio ¡ya éramos los dinosaurios del rock!”.
Hoy, algunos años después de estas declaraciones, Ella es tan cargosa se encuentra a días de ingresar en el estudio Roma & Romma para grabar su cuarto disco. Según adelantaron en su página oficial de Facebook, trabajaron con alrededor de treinta canciones nuevas. De allí, su productor y actual tecladista de Andrés Calamaro, Germán Wiedemer eligió  las doce canciones que finalmente formarán parte del sucesor de “11”.

Publicada en Rock.com.ar. (Febrero 2014)

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