martes, 27 de diciembre de 2016

Entrevista a Martín Zariello:“Escribí sobre Charly como si estuviera escribiendo sobre Salinger o Dios”


Nando Varela Pagliaro.

Martín Zariello lo hizo de nuevo. El hombre detrás del memorable blog il Corvino, acaba de publicar su tercer libro de ensayos. Esta vez no se trata de una compilación de sus “post” musicales, literarios o futboleros, como en Sobre el rock o En realidad quería hablar de otra cosa, sino de un ensayo que se centra en Yendo de la cama al living, el disco con el que Charly García inauguró su carrera solista. A través de nueve textos - uno por cada canción del disco más el bonus track de Pubis angelical- Zariello analiza la obra de Charly, pero fiel a su estilo, además siempre termina hablando de otra cosa: cine, literatura, pintura y claro, mucha música. Esas digresiones hacen de No bombardeen Barrio Norte  un libro imprescindible para entender al genio que compuso gran parte de la banda de sonido de nuestras vidas.

-En el libro decís que sos de los fanáticos de Charly que le hicieron el aguante durante la era Say No More. Sin embargo,  a la hora de elegir un disco sobre el cual escribir, elegiste Yendo de la cama al living, ¿con qué tuvo que ver la elección?

-Un poco con una decisión conjunta con el editor Horacio Roque Di Pietro y otro poco porque Yendo de la cama al living me servía, a través de las versiones en vivo de sus temas, para analizar el devenir de la carrera de Charly. Además, como es un disco de transición, en el que se nota el Charly pasado de las bandas y el Charly futuro solista, me sirvió para recorrer toda la obra de Charly. Mi intención no fue escribir sólo sobre Yendo sino también sobre Charly en general (siempre con el deseo de puntualizar en su música, en sus canciones y en las partes de su vida que sirven para entender su obra).

-¿Sabés si le llegó el libro le llegó a Charly? ¿Te interesaría tener una devolución de él?

-El editor se lo alcanzó a un allegado de él y otros fans de Charly me escribieron para preguntarme si se lo podían hacer llegar. No es que no me interese una devolución de Charly, es que me parecería un poco pretencioso de mi parte, yo escribí sobre Charly como si estuviera escribiendo sobre Salinger o Dios, si hubiese pensado que lo podía leer no habría podido escribir ni medio renglón. Creo que son proyecciones que te bloquean.

-En este país en el que nos especializamos en generar rivalidades, pensar en Charly, de alguna manera, también es pensar en Spinetta.  A la hora de valorar la obra de ambos, ¿de qué modo creés que influye su imagen?

-Yo creo que la rivalidad entre Charly y Spinetta, en ciertos términos, es productiva para pensar el rock argentino. No cuando se cree que una estética anula a la otra, pero sinceramente pienso que eso lo instaló el sector más ortodoxo de los spinetteanos. Recordemos que los spinetteanos silbaron a Charly cuando a mediados de los 80 Spinetta lo invitó a la presentación en uno de sus discos. En cambio, cuando Charly presentó a Spinetta fue ovacionado. Esto todavía se puede ver en comentarios de YouTube donde fans de Spinetta bardean a Charly. El fan de Charly, en cambio,respeta a Spinetta incluso sin conocer en profundidad su obra. Igual, eso también me parece interesante. 

-Y en el caso de Nebbia, ¿cómo incide su bajo perfil?

-Nebbia tiene un perfil bajo a nivel mediático, pero a nivel musical, que es lo único que a él le interesa, tiene un perfil altísimo: graba discos todo el tiempo, produce, tiene su sello y lo mejor, como si fuera un músico brasilero o uruguayo, se junta con otros colegas (Calamaro, Leo García, Pez; antes Rubén Rada, Facundo Cabral, los Fattoruso) para seguir generando canciones. Nebbia es un gigante, no sólo debemos apreciarlo por sus discos geniales sino también por su ética y su nobleza.

-Cuando se habla de los grandes poetas del rock nacional, casi siempre se menciona a Spinetta, Miguel Abuelo o al Indio Solari, ¿Por qué pensás que hay cierto ninguneo con el charly letrista?

-Porque Charly no es un poeta y creo que nunca pretendió serlo, simplemente es un excelente letrista de rock. Spinetta, Abuelo o el Indio, en cambio, tienen una pretensión ligada a lo verbal, a la sonoridad, a incluir en sus letras palabras que están por fuera del lenguaje coloquial. Charly es todo lo contrario: empatía, identificación, visceralidad, ternura. Yo ya no sé si estoy muy de acuerdo con la idea de que un letrista de rock es bueno sólo si es “poético”, creo que las letras de rock deberían justificarse por su propio peso específico.

-"Si grita pidiendo verdad en lugar de auxilio, si se compromete con un coraje que no está seguro de poseer, si se pone de pie para señalar algo que está mal pero no pide sangre para remediarlo, entonces es rock and roll", esa cita de Pete Townshend , líder de The Who fue incluida por Charly en Yendo de la cama al living. ¿Hoy quedan rockeros a la altura de esos postulados?
-Escribiendo el libro me topé con una nota de la Expreso Imaginario donde Rosso introducía ese texto por primera vez en el medio del rock argentino y ya aclaraba que si se tomaba la frase al pie de la letra muy pocos músicos estaban a la altura. Creo lo mismo. Me parece una versión idealizada del rock, pero no por eso menos conmovedora. Funciona en términos simbólicos.

-Martín Rodríguez  en Orden y progresismo plantea que el kirchnerismo “en su lucha contra las corporaciones, adujo una suerte de contracultura oficial en la que atrapó el capital simbólico de los artistas” y de alguna manera terminó matando al rock. En este nuevo contexto, ¿pensás que el rock va a volver a levantar la bandera de la contracultura o los rockeros ya están demasiado cómodos para salir de su torre de marfil?

-Estoy de acuerdo con Martín Rodríguez, pero creo que si no lo hacía el kirchnerismo, lo iba a hacer otro espacio político. Incluso el encuentro de Charly con Menem o los recitales Buenos Aires Vivo organizados por “Lo-pérfido” en la época de la Alianza pueden ser entendidos como precursores de esa otra alianza, acaso inesperada, entre rock y política. Me parece que sería pedirle mucho al rock que levante las banderas de la contracultura cuando ya nadie sabe dónde está la contracultura. Yo me conformo con que los pibes hagan buenas canciones, como las que hacen Juan Irio, los chicos de Peces Raros, Valentín y los volcanes, Telescopios, La Perla Irregular y tantas otras bandas que actualmente la rompen y son invisibles para los grandes medios. 

Publicada originalmente en Revista Polvo, diciembre 2016. 


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