Nando Varela
Pagliaro.
Martín Zariello lo hizo de nuevo. El hombre detrás del
memorable blog il Corvino, acaba de
publicar su tercer libro de ensayos. Esta vez no se trata de una compilación de
sus “post” musicales, literarios o futboleros, como en Sobre el rock o En realidad
quería hablar de otra cosa, sino de un ensayo que se centra en Yendo de la cama al living, el disco con
el que Charly García inauguró su carrera solista. A través de nueve textos -
uno por cada canción del disco más el bonus track de Pubis angelical- Zariello analiza la obra de Charly, pero fiel a su
estilo, además siempre termina hablando
de otra cosa: cine, literatura, pintura y claro, mucha música. Esas
digresiones hacen de No bombardeen Barrio
Norte un libro imprescindible para
entender al genio que compuso gran parte de la banda de sonido de nuestras
vidas.
-En el libro decís
que sos de los fanáticos de Charly que le hicieron el aguante durante la era Say No More. Sin embargo, a la hora de elegir un disco sobre el cual
escribir, elegiste Yendo de la cama al
living, ¿con qué tuvo que ver la elección?
-Un poco con una decisión conjunta con el editor Horacio
Roque Di Pietro y otro poco porque Yendo
de la cama al living me servía, a través de las versiones en vivo de sus
temas, para analizar el devenir de la carrera de Charly. Además, como es un
disco de transición, en el que se nota el Charly pasado de las bandas y el
Charly futuro solista, me sirvió para recorrer toda la obra de Charly. Mi
intención no fue escribir sólo sobre Yendo sino también sobre Charly en general
(siempre con el deseo de puntualizar en su música, en sus canciones y en las
partes de su vida que sirven para entender su obra).
-¿Sabés si le llegó
el libro le llegó a Charly? ¿Te interesaría tener una devolución de él?
-El editor se lo alcanzó a un allegado de él y otros fans de
Charly me escribieron para preguntarme si se lo podían hacer llegar. No es que
no me interese una devolución de Charly, es que me parecería un poco
pretencioso de mi parte, yo escribí sobre Charly como si estuviera escribiendo
sobre Salinger o Dios, si hubiese pensado que lo podía leer no habría podido
escribir ni medio renglón. Creo que son proyecciones que te bloquean.
-En este país en el
que nos especializamos en generar rivalidades, pensar en Charly, de alguna
manera, también es pensar en Spinetta. A
la hora de valorar la obra de ambos, ¿de qué modo creés que influye su imagen?
-Yo creo que la rivalidad entre Charly y Spinetta, en
ciertos términos, es productiva para pensar el rock argentino. No cuando se
cree que una estética anula a la otra, pero sinceramente pienso que eso lo
instaló el sector más ortodoxo de los spinetteanos. Recordemos que los
spinetteanos silbaron a Charly cuando a mediados de los 80 Spinetta lo invitó a
la presentación en uno de sus discos. En cambio, cuando Charly presentó a
Spinetta fue ovacionado. Esto todavía se puede ver en comentarios de YouTube
donde fans de Spinetta bardean a Charly. El fan de Charly, en cambio,respeta a
Spinetta incluso sin conocer en profundidad su obra. Igual, eso también me
parece interesante.
-Y en el caso de
Nebbia, ¿cómo incide su bajo perfil?
-Nebbia tiene un perfil bajo a nivel mediático, pero a nivel
musical, que es lo único que a él le interesa, tiene un perfil altísimo: graba
discos todo el tiempo, produce, tiene su sello y lo mejor, como si fuera un
músico brasilero o uruguayo, se junta con otros colegas (Calamaro, Leo García,
Pez; antes Rubén Rada, Facundo Cabral, los Fattoruso) para seguir generando
canciones. Nebbia es un gigante, no sólo debemos apreciarlo por sus discos
geniales sino también por su ética y su nobleza.
-Cuando se habla de
los grandes poetas del rock nacional, casi siempre se menciona a Spinetta,
Miguel Abuelo o al Indio Solari, ¿Por qué pensás que hay cierto ninguneo con el
charly letrista?
-Porque Charly no es un poeta y creo que nunca pretendió
serlo, simplemente es un excelente letrista de rock. Spinetta, Abuelo o el
Indio, en cambio, tienen una pretensión ligada a lo verbal, a la sonoridad, a
incluir en sus letras palabras que están por fuera del lenguaje coloquial.
Charly es todo lo contrario: empatía, identificación, visceralidad, ternura. Yo
ya no sé si estoy muy de acuerdo con la idea de que un letrista de rock es
bueno sólo si es “poético”, creo que las letras de rock deberían justificarse
por su propio peso específico.
-"Si grita
pidiendo verdad en lugar de auxilio, si se compromete con un coraje que no está
seguro de poseer, si se pone de pie para señalar algo que está mal pero no pide
sangre para remediarlo, entonces es rock and roll", esa cita de Pete
Townshend , líder de The Who fue incluida por Charly en Yendo de la cama al living. ¿Hoy quedan rockeros a la altura de
esos postulados?
-Escribiendo el libro me topé con una nota de la Expreso Imaginario donde Rosso
introducía ese texto por primera vez en el medio del rock argentino y ya
aclaraba que si se tomaba la frase al pie de la letra muy pocos músicos estaban
a la altura. Creo lo mismo. Me parece una versión idealizada del rock, pero no
por eso menos conmovedora. Funciona en términos simbólicos.
-Martín
Rodríguez en Orden y progresismo plantea que el kirchnerismo “en su lucha contra
las corporaciones, adujo una suerte de contracultura oficial en la que atrapó
el capital simbólico de los artistas” y de alguna manera terminó matando al
rock. En este nuevo contexto, ¿pensás que el rock va a volver a levantar la
bandera de la contracultura o los rockeros ya están demasiado cómodos para
salir de su torre de marfil?
-Estoy de acuerdo con Martín Rodríguez, pero creo que si no
lo hacía el kirchnerismo, lo iba a hacer otro espacio político. Incluso el
encuentro de Charly con Menem o los recitales Buenos Aires Vivo organizados por
“Lo-pérfido” en la época de la Alianza pueden ser entendidos como precursores
de esa otra alianza, acaso inesperada, entre rock y política. Me parece que
sería pedirle mucho al rock que levante las banderas de la contracultura cuando
ya nadie sabe dónde está la contracultura. Yo me conformo
con que los pibes hagan buenas canciones, como las que hacen Juan Irio, los
chicos de Peces Raros, Valentín y los volcanes, Telescopios, La Perla Irregular
y tantas otras bandas que actualmente la rompen y son invisibles para los
grandes medios.
Publicada originalmente en Revista Polvo, diciembre 2016.
No hay comentarios:
Publicar un comentario