jueves, 29 de abril de 2010

Una vida sencilla

No pido mucho.
Una vida sencilla.
Nada más.
Una familia, un trabajo, una casa.
Así, en ese orden.
Levantarme por la mañana,
leer los diarios,
llevar a mis hijos a la escuela.
Sentir junto a ellos como se despierta el barrio.
Sí, ya sé.
Siempre lo mismo:
el barrio, la infancia, el bendito pasado.
No pido mucho.
Sólo una vida común.
Andar con el rebaño,
dejarme llevar,
seguir la corriente.
Por la noche,
llegar a casa,
sacar al perro,
comentar el día con mi mujer,
ver cómo crecen los chicos,
mirar un poco de fútbol y
acostarme.
Apoyar la cabeza en la almohada
y tener la certeza de que mañana
va a ser otro día igual.
En serio.
No pido mucho.
Sólo eso y que por favor
me quiten mis sueños.
Ya no los quiero.
No puedo más.

martes, 27 de abril de 2010

Mis fantasmas, mi perro y yo

De noche,
mientras saco a mi perro a dar una vuelta,
pienso en mí.
En mí y en mi vida.
En el pibe que fui y
en el hombre que seré
¿Seré un hombre algún día?
¿qué es ser un hombre?
Cuando camino por estas calles
que ahora también son mías,
escucho todas las palabras que no dije,
los abrazos que no di,
los gestos que no tuve.
Miro mi reflejo en las ventanas de las casas
y no lo entiendo.
No entiendo quién soy.
Nunca lo entendí.
¿qué hice conmigo o qué hicieron?
Ya es tarde para repartir culpas.
Mejor vuelvo.
Busco las llaves en mis bolsillos,
Abro la puerta,
Y muy despacio para no despertar a nadie
entramos los tres.
Mis fantasmas, mi perro y yo

viernes, 9 de abril de 2010

Ruleta rusa

Por Valenka

La semana pasada, a raíz de los atentados en estaciones de subterráneos que sufrió la capital rusa, el primer ministro de ese Estado, Vladimir Putin, mencionó:
"Sabemos que (los terroristas) están ocultos en sus guaridas, pero está en juego el orgullo de los organismos de seguridad. Sé arrastrarlos de las cloacas a la luz del día. Estoy seguro de que los órganos de seguridad harán todo lo que puedan para encontrar y castigar a los criminales. Los terroristas serán liquidados. El atentado fue horrible por sus consecuencias y repugnante por el carácter del crimen cometido contra civiles".
El premier tiene acostumbrados a los medios a este tipo de declaraciones. De hecho, es conocido por su carácter duro, frío y grosero. Sin embargo, entre los rusos, su imagen es positiva. El apeló a la estrategia de encarnar las duras tradiciones del Estado ruso con un fuerte toque de nacionalismo eslavo.
No es casual que incluya la palabra “orgullo” en su reciente manifiesto y que afirme, además, que este ataque “fue contra toda Rusia”.
Los soviéticos le perdonan el sufrimiento por la falta de ciertas libertades, la corrupción reinante en que se ha sumido al Estado, y las acusaciones que lo señalan como autor ideológico de la muerte de periodistas como Anna Politkovskaya o el ex espía Alexander Litvinenko. La primera, crítica acérrima del régimen de Putin, fue asesinada a balazos en el interior de su propia casa. El segundo, había sido espía para los servicios de inteligencia soviéticos, y murió luego de una agonía de 23 días, en la que poco a poco fueron cayendo sus funciones vitales y envejeció a pasos acelerados, envenenado con Polonio 210. Litvinenko había denunciado y aseguraba tener pruebas de que en el año 2000, ciertos atentados que se produjeron en la ciudad de Moscú y que dejaron centenares de muertos, habrían estado orquestados por el gobierno para atacar a Chechenia en represalia, lo que terminó garantizando la presidencia de Putin. De hecho, a pesar de que Litvinenko se había exiliado en Londres desde hacía 6 años, se comprobó que el origen del Polonio con el que se lo había envenenado era de la mismísima Ex¬ Unión Soviética.
Es curioso que Putin haga mención de la repugnancia del crimen por la muerte de civiles inocentes. En octubre de 2002, terroristas chechenos tomaron el teatro Dubrovka, en Moscú, en el entreacto de la función de la comedia musical “Nord Ost”. Para recuperar las instalaciones, hombres de las fuerzas militares ingresaron al teatro con máscaras antigás, mientras se inundaban las habitaciones con gas paralizante. Una versión más cruda de los hechos supone que el fluido, sobre el cual el Kremlin no quiso dar precisiones, era una sustancia prohibida por las convenciones internacionales. Como resultado, más de cien rehenes civiles murieron junto a 50 guerrilleros.
En septiembre de 2004, la escuela rusa de Beslán, a sólo 50 km de Chechenia, fue tomada por un grupo comando de entre 15 y 20 terroristas. El grupo proclamó volar la escuela si las fuerzas de seguridad asaltaban las instalaciones. Luego de casi tres días, desoyendo la amenaza, en un confuso episodio los militares rusos ingresaron al establecimiento y se produjo un enfrentamiento armado; el saldo fue de 370 muertos -181 de ellos niños- y centenares de heridos. Como en esta ocasión, Putin dijo: “Toda Rusia sufre”.
Después de estos casos, no cabe la menor duda de que no hay un dejo de exageración en las afirmaciones mediáticas de Putin. Su gobierno no está dispuesto a hacer concesiones ni negociar con los chechenos, ni siquiera al costo de evitar la muerte de inocentes. Bajo este panorama, no puede augurarse más que una nueva escalada de violencia en la región. Como dijo cuando aún era premier de Yeltsin, “perseguiremos a los terroristas por todas partes. Si están en el aeropuerto, será en el aeropuerto. Si los encontramos en el baño, los aniquilaremos en el inodoro”.
Inclusive hoy en día no son pocos los que especulan que detrás de los terribles atentados que sufrió la ciudad de Moscú, y más tarde el distrito de Daguestán, se encuentra la excusa ideal para reanudar los ataques del Kremlin en la zona del Cáucaso.
Sobre este tema, recomiendo “Rusos, Postales de la Era Putin” de la periodista argentina Hinde Pomeraniec, quien investigó desde la misma Federación Rusa la filosofía de esta sociedad.

martes, 6 de abril de 2010

El Holocausto que no conmovió al mundo

Por Valenka

Hoy, 6 de abril, Ruanda está de luto. Se conmemoran dieciséis años del genocidio que ensangrentó al país durante cien días. Este mismo día, pero de 1994, el presidente en ejercicio, Juvenal Habyarimana, sufrió un atentado en el avión que lo transportaba, el cual cayó en los jardines de la Residencia Presidencial en Kigali. Como resultado de la muerte del mandatario, el grupo tribal dominante en el Gobierno, denominado hutu, organizó una matanza sistemática de la étnia tutsi: como resultado, 800.000 personas - el 10% de la población- murieron, a un promedio de 10.000 personas por día, bajo un plan de eliminación cruento, sólo equiparable al Holocausto. Se organizaron violaciones grupales a las mujeres tutsis, para embarazarlas y evitar que su descendencia fuera de la sangre contraria –todo ello atravesado por el flagelo del SIDA y por una cultura donde la víctima de violación queda excluida de la sociedad-, se violentaron iglesias para matar a los refugiados, mataron a miles de niños delante de sus madres.
Como sucedió en todos los trágicos golpes militares que sufrió Lationamérica, esta vez también una superpotencia estuvo detrás de tan aberrantes hechos. Los galos son acusados por el actual Gobierno ruandés, de estar implicados en haber entrenado y armado a los autores del genocidio antes de las masacres, y haber facilitado la fuga de los genocidas en el marco de la operación humanitaria y militar llamada "Operación Turquesa" en 1994.
El pasado febrero, el presidente Nicolás Sarkozy viajó a Ruanda y recorrió uno de los Memoriales del Genocidio erigido para el recuerdo de las víctimas de la masacre. Es el primer presidente francés que visita al país africano desde los sucesos de 1994, y el primero también, que lo hace luego de la ruptura de las relaciones diplomáticas en 2006.
Durante años las dos tribus habían sido enemigas, pero desde 1992 el Gobierno hutu comenzó una campaña de odio contra sus rivales argumentando que eran un pueblo inferior, e instó a la población a deshacerse de ellos. Testimonios de los asesinos, casi 20 años después, lo confirman: “Nos dijeron que nos estaban atacando. Que las “cucarachas” iban a matarnos a todos, y que teníamos que luchar y responder o morir. Que debíamos acabar con todos, hasta el último tutsi, porque eran demonios y, si no los eliminábamos, siempre existiría la amenaza…Nos recordaron que todos los tutsis eran nuestros enemigos, todos eran cucarachas, incluídos nuestros vecinos; el mismo mensaje que habíamos oído durante todos los meses anteriores, cada vez con más frecuencia, en la radio del Gobierno”. Todavía se conservan grabaciones de esas radios, donde se difundían con nombre, apellido y domicilio a los “traidores” que la población debía ajusticiar.
Ruanda es un país poco más grande que nuestra provincia de Tucumán, en el cual habitan más de 9 millones de personas, aproximadamente tres veces los habitantes de la Capital Federal. La tierra es un bien muy preciado dado que la densidad poblacional es alta, y el Gobierno implantó la noción de que los tutsis querían apropiarse de ella a cualquier costo. En una nación donde la expectativa de vida es de alrededor de 50 años, un cuarto de la población no tiene acceso a agua potable, y el analfabetismo alcanza casi el 40%, es muy fácil desencadenar el caos.
El actual Ministro de Justicia ruandés, Tharcisee Karugarama, reflexiona: “Si se tiene un mal gobierno, una mala política y se crea además histeria masiva, entonces se puede generar un genocidio en cualquier parte del mundo. Fue posible aquí en Ruanda porque la gente que quería el poder político estaba dispuesta a usar cualquier medio disponible para obtenerlo. Entonces usaron una población analfabeta, generaron miedo, provocaron histeria masiva y crearon enemigos potenciales. Si existieran esas condiciones en cualquier parte del mundo, sucedería un genocidio. Lo que es común en todos lados es que se comienza creando un enemigo imaginario y después se lo despersonaliza. En Ruanda eran llamados “cucarachas”, “serpientes” o “gente con cola”. Entonces ya no eran más seres humanos como Ud. y yo, sino criaturas, muy diferentes a uno. Actúan en las mentes de las personas analfabetas para crear una percepción de que, al enfrentar a personas diferentes, ellas son cucarachas, enemigos que han llegado para liquidarte”.
Hermann Goering, miembro del partido Nazi, explicó, en el Juicio de Nüremberg: “Siempre se puede lograr que la gente haga lo que quieren sus dirigentes. Lo único que hay que decirles es que los están atacando”. No tengo dudas de que el mismo principio se viene utilizando desde hace tiempo, en forma diaria y subrepticia, en tantas sociedades del supuesto mundo civilizado, para manipular la voluntad popular.
Sobre este tema, recomiendo el documental “Los cien días que no conmovieron al mundo”, con producción y dirección de Vanessa Ragone, en el cual se acompaña a la única jueza latinoamericana –argentina- que integra el Tribunal Penal Internacional de la ONU en Tanzania que juzga a los genocidas de la masacre. Además de una visión local sobre el conflicto, también ofrece una fotografía espectacular.

lunes, 5 de abril de 2010

Medios ciegos

Por Valenka

El mes pasado se cumplieron 34 años del último golpe militar en nuestro país. Más allá del dolor que representa esta fecha para todos los argentinos, de las discusiones sobre la “teoría de los dos demonios”, de la utilización política de los familiares de desaparecidos, de la falta de justicia que aún hace que los represores caminen entre nosotros, es imperante la necesidad de sensibilizarnos por otros hechos -no menos terribles, y de los cuales se hace muy poca o nula difusión- que suceden en lugares tan lejanos que nos vuelven ajenos a las atrocidades del mundo.
Todos los días, por causas tan diversas como accidentes de tránsito, hechos de inseguridad, desnutrición y falta de atención médica, mueren centenas de personas en nuestro país. Nos vemos aturdidos con el flujo y la velocidad de la información, y cuando una tragedia se repite hasta el punto de suceder en forma diaria, permanecemos anestesiados, inactivos; aún más, si ello no nos roza de cerca, si no sentimos que nosotros también podemos ser esas víctimas. Para sensibilizarnos, pareciera que hay que identificarse con el otro.
¿Será verdad que no es la muerte lo que nos llega, sino ciertas muertes en ciertos lugares? Nos conmocionamos con el atentado del 11 de septiembre de 2001 en el World Trade Center, que dejaron un saldo de más de 3.000 muertos, pero no tenemos en cuenta que los muertos por la Guerra de Irak ascienden a más de 600.000, que en Darfur suman más de 400.000, que el genocidio en Ruanda dejó un saldo de casi un millón de personas fallecidas.
En cierta forma los medios propician esta idea. ¿Cuántos son los que difunden estas atrocidades? ¿Es que valen más los muertos de Occidente, de las sociedades “civilizadas”?
Es cierto que desde estas latitudes parece que poco podemos hacer por conflictos, muchas veces históricos, que se desarrollan en todas partes del mundo. Pero un primer paso es tomar conciencia, saber qué sucede: trascender las fronteras para conocer la verdad, que muchas veces es manipulada a los fines de intereses creados. Ese es un fin que debemos perseguir, sin importar la distancia a recorrer, por el sólo hecho de ser parte del género humano.
Transcribo un texto de John Berger sobre la fotografía de guerra en Vietnam:
“Cuando las miramos, nos sumergimos en el momento del sufrimiento del otro. Nos inunda el pesimismo o la indignación. El pesimismo hace suyo algo del sufrimiento del otro sin un objetivo concreto. La indignación exige una acción. Intentamos salir del momento de la fotografía y emerger de nuevo en nuestras vidas. Y al hacerlo, el contraste es tal que el reanudarlas sin más nos parece una respuesta desesperadamente inadecuada a lo que acabamos de ver. La imagen se convierte en una prueba de la condición humana. No acusa a nadie y nos acusa a todos”.
Ver es, en parte, el primer paso para actuar.

jueves, 1 de abril de 2010

Hijos en Gesell y Mar de las Pampas

Tal como les prometimos, les pasamos las fechas confirmadas de la mini gira de Semana Santa.
Jueves 1 de abril:
17 hs: Las Almas (V.Gesell)
Viernes 2 de abril:
15 hs: Las Almas (V.Gesell)
20 hs: Nota en Fm Mar de las Pampas 107.7 Mhz
23 hs: Paseo Sureño (Mar de las Pampas)
Sábado 3 de abril:
15 hs: Las Almas (V. Gesell)
19 hs: Nota en Fm La Villa 91.1 Mhz
21 hs: Serendipity (Mar de las Pampas)