domingo, 16 de agosto de 2015
Palabras más, palabras menos
Nando Varela Pagliaro
Fogwill decía que escribía para no ser escrito, para
no ser narrado por el discurso social.
Paracaídas y vueltas. Diarios íntimos (Planeta), el primer libro de Andrés
Calamaro, parece haber sido escrito bajo la misma premisa que repetía una y
otra vez el autor de Los Pichiciegos.
Entre los más de 200 textos reunidos para
su debut literario, Calamaro incluye reflexiones personales sobre sus héroes
musicales, sobre la tauromaquia y sobre los amigos que se fueron primero; versos
y microversos extraídos en su mayoría de distintas canciones; prólogos de
libros, notas publicadas en diferentes medios, algunas ficciones, anécdotas de
giras, muchísimas crónicas pre y post shows y un intercambio de mails con Enrique
Symns. En uno de esos correos, el periodista le dice: “Tus mails son como
cartas que te envías a ti mismo. Sos muy inteligente y eso convierte tus
actitudes en estrategias, aunque la ternura subyacente en tus monólogos
internéticos siempre consigue arañarme”. Si bien Symns se refiere solo a los
mails, en casi todo el libro Calamaro pareciera hablarse a sí mismo y como dice
el periodista, demuestra su inteligencia y muchas veces consigue arañarnos. Es que en Paracaídas
& vueltas descubrimos a un gran narrador que tiene la capacidad de llevar sus ya conocidos juegos de palabras y sus grandes metáforas
del terreno de la poesía a la prosa. Sus textos, escritos en los últimos quince
años y editados para leer como quiera cada uno -página por página o al azar-
tienen la urgencia del que necesita desahogarse; la desesperación del que quiere vaciarse. Con
la misma pulsión desbordada con la que tuitea o comparte música desde su cuenta
de Soundcloud, Calamaro escribe sus fragmentos literarios. Vemos ahí no solo al
artista, al músico que recorre cientos de escenarios y convoca a multitudes en
España y Latinoamérica, sino también al otro Calamaro, el que está detrás de la
figura pública.
Suele
decirse que la literatura nace de dos
fuentes principales: los libros que vienen de los libros y los libros que
vienen de la vida. A pesar de ser un
gran lector, el de Calamaro claramente es el libro de alguien que vivió para contarlo; él es su propia materia
prima. Alguien que tiene mucho para cantar y contar. Incluso para no contar.
Ahí seguramente estén sus mejores historias.
Lejos
de hacer un ejercicio de nostalgia con episodios familiares o recuerdos de
infancia, Calamaro escribe sobre lo que se le da la gana. Su modelo de diario
íntimo lo toma del poeta francés Charles Baudelaire, que no precisa contar la
intimidad de la vida cotidiana para construir sus apuntes autobiográficos .
Publicada originalmente en Ni a palos, suplemento joven del diario Tiempo Argentino, agosto 2015.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario