martes, 8 de marzo de 2011
La revolución educativa
"¿No será ya el momento de plantearlo? Si les hubiesen dicho a los niños que el Quijote es un libro de chistes de Lepe, en lugar de lo que se les han dicho, ¿no crees que se leeria más? Igual que si le hubiesen explicado a la gente que la mayor inversión que se puede hacer para su vejez, cuando tienen catorce años, es interesarse en los libros. Yo me he pasado muchas veces tres días y tres noches en el aeropuerto, cuando hay unos rayos o una guerra, con muchos músicos y managers alrededor. Mis músicos y mis managers, no todos, pero sí en general, al segundo día ya estaban muy nerviosos; yo no porque tenía un libro. Lo que quiero decir es que si de verdad se quiere enseñar a la gente, no a educarla o a que sea más culta, sino a que sea más feliz, lo que hay que inculcarle es eso. Los viejos que leen son infinitamente más felices que los que no leen. La gente que lee es infinitamente más rica que los ricos que no leen. Estamos hablando de la única revolución de la que espero algo y la única que queda después de un siglo XX con tantas hermosas y siniestras revoluciones, con tantos Stalin. Estoy hablando de la única revolución que yo espero con todo mi corazón: la educación. Lo que no empieza en las escuelas, no será. Pero más importante que las escuelas es la televisión, por eso estamos soñando estas cosas.
Javier Menéndez Flores: Joaquín, ¿qué es la cultura?
[Largo silencio.]Se me ocurren dos o tres respuestas. Primero, es el grado más alto de la evolución de esos animales carnívoros que eran nuestros antepasados de hace millones de años. Segundo, es un modo de hablar con gente de otros siglos. Es decir, yo soy amigo de Dylan, pero también de Quevedo. Ellos no lo saben, pero lo soy. Es el grado más alto de la evolución del primate. Me quedo con estas dos respuestas. Por cierto, querido Javier: no seas tan petulante que nadie ha contestado bien a esa pregunta y yo no voy a ser una excepción. Aunque tengo una tercera respuesta: mientras no haya un salario mínimo cultural por abajo, es decir, mientras no haya alfabetización global y cuatro libros en la casa del más pobre, este planeta será el infierno de Dante.
››Cuatro libros en la casa del más pobre, salario cultural mínimo. No creo que sea mucho pedir. Por cierto, de esos cuatro libros, uno debería ser de Homero, la Odisea. Otro debería ser cualquiera de Shakespeare. Otro debería ser el Quijote y el cuarto, perdonen la colombianez, debería ser Cien años de Soledad".
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