jueves, 16 de junio de 2011
Una indemnización por la masacre de Floresta
Los tres muchachos miraban un canal de noticias que transmitía imágenes de un grupo de manifestantes golpeando a un policía. Eran las 4.10 de la madrugada del 29 de diciembre de 2001 y estaban en el maxikiosco de una estación de servicio en Floresta. “Está bien, es por lo que hicieron la semana pasada”, comentó Maximiliano Tasca, en alusión a la represión de la protesta del 19 y 20 que liquidó al gobierno de Fernando de la Rúa. En ese momento, el policía Juan de Dios Velaztiqui sacó su pistola, dijo “basta” y le disparó a quemarropa en la sien. A Cristian Gómez le tiró en la nuca y a Adrián Matassa en el estómago. Los tres murieron y el caso se conoció como la Masacre de Floresta. Ayer la Cámara en lo Civil y Comercial Federal dispuso que los familiares de Tasca y Gómez sean indemnizados por el Estado con más de 1.250.000 pesos. El crimen de Matassa se investiga en un expediente por separado.
El año pasado, la Justicia en primera instancia había dado orden de pagar una indemnización, pero ahora el tribunal aumentó los montos, por lo cual los Tasca cobrarán 678 mil pesos, mientras que los Gómez recibirán 575 mil. En la misma resolución se exime de responsabilidad a los dueños de la estación de servicio porque no tenían posibilidades de dar órdenes en ningún sentido al policía Velaztiqui, ya que “no se desempeñaba en relación de dependencia con la referida firma comercial, mientras que sí lo hacía con la Policía Federal”.
De hecho, el uniformado trabajaba como custodio, pero lo hacía en sus horas “adicionales”. “La diligencia exigible –sobre todo si se trata de una institución como la Policía Federal, por la índole de las funciones cumplidas por sus integrantes– no se agota en la elección de su personal, sino que también le incumbe el estricto control de su desempeño y conducta, aun más si se tiene en cuenta que a sus agentes les hace entrega de un arma, cosa indudablemente peligrosa”, enfatizaron los jueces de la Sala III de la Cámara en lo Civil y Comercial federal, Ricardo Recondo y Graciela Medina.
“La imagen de unos manifestantes agrediendo a un policía motivó dos comentarios de Gómez, ante lo cual Juan de Dios Velaztiqui –quien revestía como suboficial auxiliar de la Policía Federal y prestaba servicio de seguridad–, que también se hallaba en el interior del local, se levantó y con su arma reglamentaria dio muerte a Gómez y Tasca”, explicaron en el fallo. En aquel momento el policía fue trasladado a la comisaría 43ª y no pudo ser llevado a la alcaidía de Tribunales porque los vecinos mantuvieron sitiada la seccional durante toda la jornada.
Velaztiqui fue condenado el 10 de marzo de 2003 por el Tribunal Oral en lo Criminal Nº13 a la pena de prisión perpetua por los tres asesinatos. En el juicio, que duró seis días, su defensa no puso en duda los hechos, sólo intentó plantear que el policía disparó por estar bajo un estado de shock emocional profundo, pero no pudo revertir la sentencia por “homicidio calificado por alevosía, reiterado en tres oportunidades”. Se había ganado el apodo de “el Trotador” por haber obligado a parte de la hinchada de Nueva Chicago a ir trotando hasta la comisaría 42ª, lo cual le había valido su primera causa judicial.
Vía Página/12.
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